Borrell triplica en audiencia a Aznar en el debate del estado de la nación
El largo debate sobre el estado de la nación se saldó en la jornada estrella —el pasado martes— con una victoria, en términos de audiencia, de José Borrell. La réplica del candidato socialista, en la sesión de tarde, triplicó el número de espectadores que había seguido el discurso matinal de José María Aznar, visto por una media de 844.000 personas. El mayor seguimiento se produjo durante la intervención de Borrell (en torno a los 2,4 millones de espectadores) y el posterior mano a mano con el presidente del Gobierno.
El duelo entre Aznar y Borrell congregó el doble de espec...
El largo debate sobre el estado de la nación se saldó en la jornada estrella —el pasado martes— con una victoria, en términos de audiencia, de José Borrell. La réplica del candidato socialista, en la sesión de tarde, triplicó el número de espectadores que había seguido el discurso matinal de José María Aznar, visto por una media de 844.000 personas. El mayor seguimiento se produjo durante la intervención de Borrell (en torno a los 2,4 millones de espectadores) y el posterior mano a mano con el presidente del Gobierno.
El duelo entre Aznar y Borrell congregó el doble de espectadores que el protagonizado el año pasado por el líder del PP y Felipe González. La 2 dedicó el martes pasado la mayor parte de su tiempo a la retransmisión en directo del debate sobre el estado de la nación que se desarrollaba en el Congreso de los Diputados. La sesión matinal, con el presidente del Gobierno como único orador, fue seguida por 844.000 espectadores (22% de total de la audiencia), según los datos facilitados por RTVE. La punta de mayor atención rozó las 980.000 personas.
En la sesión de la tarde, que comenzó a las cuatro de la tarde, se concentraron frente a la pantalla de La 2 una media de 1.687.000 personas (15,4%) a lo largo de las nueve horas largas de discusión parlamentaria. El momento de mayor seguimiento se produjo a las seis, cuando se congregaron 2.602.600 espectadores (35%). En esos momentos el debate asistía al duelo Borrell-Aznar. Poco antes de las siete, con la aparición en el estrado de Julio Anguita, la audiencia se mantuvo en torno a los dos millones de espectadores, para luego descender de manera paulatina, con alguna punta ascendente.
En términos globales, el seguimiento del debate fue muy superior al del año pasado. Según los datos de RTVE, en 1997 el discurso de Aznar fue visto por una media de 421.000 espectadores, lo que se tradujo en un 12,8% del total de la audiencia. En la sesión de tarde, la audiencia media fue de 919.000 espectadores (9,5%). El momento más visto, coincidiendo con la intervención de Felipe González, se produjo al filo de las 16.15, cuando se concentraron 1.416.330 personas frente a La 2.
Tres cadenas de TVE (La 2, Canal Internacional y Canal 24 Horas) difundieron en directo el Pleno del Congreso. El debate político elevó la audiencia de La 2 hasta el 13, 6%, cinco puntos por encima de la media que cosecha esta cadena.
Subtítulos
El debate se retransmitió con subtítulos a través del teletexto. Esta era la primera vez que una televisión rotulaba un acontecimiento en directo y de tan larga duración. En total, La 2 mantuvo abierta la conexión con el Congreso de los Diputados alrededor de 11 horas.
La imprecisión técnica del sistema utilizado, basado en el reconocimiento de voz, provocó fallos en la subtitulación de las distintas intervenciones. A menudo se registraron sustituciones de palabras que convertían en esperpéntico el discurso de los diputados. Así, por ejemplo, la expresión "hay qué ver" era traducida por el sistema como "Quebec", y la palabra. "apoyo" aparecía en los rótulos como "capullo". Aunque TVE contaba con un equipo de técnicos para corregir estos fallos, a menudo fue imposible, por falta de tiempo, efectuar las oportunas correcciones, ya que la subtitulación se hacía de forma simultánea. El ensayo, destinado al público con discapacidades auditivas, está en fase de desarrollo, y el debate del martes fue experimental.
La cadena estatal, asumiendo "el reto", advirtió en una página del teletexto que tendría que pedir disculpas por "los inevitables errores que se producirán en el transcurso de un evento de esta magnitud".