Tribuna:

Insustancial

La disposición de los inversores a asumir riesgos con este estado de cosas va en declive, como muestra la caída del volumen negociado en las últimas sesiones. Ayer, el dinero estuvo más repartido que en la sesión anterior, pero nadie parecía dispuesto a apoyar una subida de precios.

La tendencia fue negativa en toda Europa, aunque el mercado español destacó sobre todos con una caída del 1,38% en el índice general de Madrid, lo que obligaba a buscar en el ambiente algún elemento distintivo que explicara esa mayor presencia de papel al sur de los Pirineos.

Los mercados de deuda tuv...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La disposición de los inversores a asumir riesgos con este estado de cosas va en declive, como muestra la caída del volumen negociado en las últimas sesiones. Ayer, el dinero estuvo más repartido que en la sesión anterior, pero nadie parecía dispuesto a apoyar una subida de precios.

La tendencia fue negativa en toda Europa, aunque el mercado español destacó sobre todos con una caída del 1,38% en el índice general de Madrid, lo que obligaba a buscar en el ambiente algún elemento distintivo que explicara esa mayor presencia de papel al sur de los Pirineos.

Los mercados de deuda tuvieron una buena parte de culpa en este comportamiento de las bolsas, puesto que los precios de las emisiones a 10 años se orientaron a la baja y forzaron una subida de la rentabilidad de seis centésimas, hasta el 5,20%. El diferencial con la deuda alemana se redujo una centésima, hasta 0,15 puntos.

Otra mala noticia para el mercado, en cuanto a los tipos de interés se refiere, fue la confirmación del estancamiento en la rentabilidad de las letras del Tesoro. Estos activos, que pueden servir de orientación para saber cómo estarán los tipos de interés dentro de un año, se han detenido justo en la barrera del 4% con lo que el comportamiento de los tipos, en su conjunto, empieza a ajustarse a los pronósticos de los analistas.

La Bolsa de Nueva York parecía un modelo de quietud en la apertura de la sesión, con escasísimas oscilaciones. Pero luego se impusieron con claridad las ganancias. Al cierre, el índice Dow Jones había avanzado 70,25 puntos (0,77%), para situarse en 9.161,77. Este fuerte repunte se produjo pese al temor de que el fuerte ritmo de crecimiento económico pueda llevar a una subida de los tipos de interés.

Cualquier movimiento en el precio de la deuda, y en estos días se han producido algunos, obliga a incrementar la prudencia, situación que también se da cuando se van a publicar datos económicos de los que se espera que confirmen la fortaleza de la economía, y hoy se van a conocer unos cuantos.

Archivado En