Detenido un peligroso atracador que se había hecho la cirugía estética

Los agentes del Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona iban de cráneo detrás de dos atracadores que desde el 8 de julio del año pasado asaltaban bancos y cajas y no les podían echar el guante. Todos los indicios, y sobre todo el modo de trabajar, indicaban que estaban delante de un antiguo y peligroso conocido del grupo, pero la descripción del individuo que daban los testigos echaba por tierra sus fundadas suposiciones. Los policías buscaban a un atracador que casi no tenía nariz -se le había quemado en un incendio- y los dos bandoleros lucían hermosos apéndices nasales....

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Los agentes del Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona iban de cráneo detrás de dos atracadores que desde el 8 de julio del año pasado asaltaban bancos y cajas y no les podían echar el guante. Todos los indicios, y sobre todo el modo de trabajar, indicaban que estaban delante de un antiguo y peligroso conocido del grupo, pero la descripción del individuo que daban los testigos echaba por tierra sus fundadas suposiciones. Los policías buscaban a un atracador que casi no tenía nariz -se le había quemado en un incendio- y los dos bandoleros lucían hermosos apéndices nasales. Al final dieron con el chato: Se había hecho la cirugía facial en la cárcel y había reconstruido su nariz. José Antonio San Antonio, natural de Lleida y de 31 años, era el atracador buscado. Hace años, en un incendio provocado por él mismo en el depósito de detenidos de Tortosa sufrió graves quemaduras que le dejaron casi sin nariz. Condenado por homicidio en Tortosa, en la cárcel de Lleida aprovechó el tiempo de condena para que un médico le reconstruyera la nariz. San Antonio y Francisco Horrillo, de 36 años y penado también en la cárcel de Lleida, eran compañeros de andanzas. En algún momento del año pasado decidieron formar una sociedad delictiva y para ello aprovecharon un permiso de fin se semana y se fugaron de la cárcel. Desde julio del año pasado efectuaron ocho atracos a otras tantas entidades financieras, siete de Barcelona y una de Tortosa. Desplegaban tanta actividad que en un mismo día asaltaron dos bancos. Provistos de escopetas recortadas, pistolas y en ocasiones navajas -"a la vieja usanza", señala un inspector de policía-, son considerados violentos y peligrosos. "Son hombres con muchos años de talego [cárcel] y endurecidos por la castigada vida que han llevado. De ahí su especial violencia", señala el policía. La nueva cara de San Antonio les había facilitado sus planes hasta que, al final, cayeron.

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