Los organizadores del maratón culpan a la lluvia del caos final

Los últimos mil corredores del maratón, que acabaron la carrera bajo un tremendo aguacero, no recibieron las mismas atenciones que el resto. Para ellos no hubo medallas, mantas de plástico ni bolsas de vituallas. Además, un arco de la meta se desplomó sobre varios atletas que entraron a las 14.08. "Sentí vergüenza ajena, la organización fue nefasta, no hubo puntos de animación y faltó agua", dijo Pedro Mora, que corrió su 18° maratón. "En el final esperé una tremenda cola para llegar a los roperos y canjear el chip. Pasamos un frío terrible", protestó José Cayuela, otro corredor.
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Los últimos mil corredores del maratón, que acabaron la carrera bajo un tremendo aguacero, no recibieron las mismas atenciones que el resto. Para ellos no hubo medallas, mantas de plástico ni bolsas de vituallas. Además, un arco de la meta se desplomó sobre varios atletas que entraron a las 14.08. "Sentí vergüenza ajena, la organización fue nefasta, no hubo puntos de animación y faltó agua", dijo Pedro Mora, que corrió su 18° maratón. "En el final esperé una tremenda cola para llegar a los roperos y canjear el chip. Pasamos un frío terrible", protestó José Cayuela, otro corredor.

Según Mauricio Blanco, responsable de la organización de Mapoma (Maratón Popular de Madrid), los culpables fueron los propios corredores y sus acompañantes, a quienes acusó de "pirateo": "Muchos se llevaron dos medallas o dos mantas en vez de una". A la organización no le consta que faltase agua. "Repartimos más de 7.500 botellas en cada punto", aclara Blanco, que reconoció ayer que la lluvia les destrozó las previsiones "Algunos voluntarios que llevaban en pie desde las seis de la mañana se fueron cuando empezó a llover y otros se taparon con las mantas destinadas a los corredores".