Borrell pide a los dirigentes socialistas lealtad y que se evite una crisis en la dirección del partido
Las primarias han puesto al PSOE en excelentes condiciones para ganar al PP las próximas elecciones legislativas. Desaprovechar esa oportunidad sería imperdonable. Por tanto, ni una sola energía debe ser desperdiciada en afrontar cambios en la dirección del partido. Esos fueron los mensajes enviados por José Borrell en su primera rueda de prensa como candidato a la presidencia del Gobierno. El ex ministro pidió a todos los dirigentes socialistas "lealtad y generosidad" para facilitar esa navegación hacia La Moncloa: "Pongamos todos las velas en posición adecuada para seguir ese rumbo".
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Las primarias han puesto al PSOE en excelentes condiciones para ganar al PP las próximas elecciones legislativas. Desaprovechar esa oportunidad sería imperdonable. Por tanto, ni una sola energía debe ser desperdiciada en afrontar cambios en la dirección del partido. Esos fueron los mensajes enviados por José Borrell en su primera rueda de prensa como candidato a la presidencia del Gobierno. El ex ministro pidió a todos los dirigentes socialistas "lealtad y generosidad" para facilitar esa navegación hacia La Moncloa: "Pongamos todos las velas en posición adecuada para seguir ese rumbo".
Borrell arguyó ayer que ninguno de los 111.000 sufragios que ha recibido su candidatura han sido votos contra la permanencia de Joaquín Almunia en la secretaría general del PSOE, ya que él dejó claro en todos sus mítines que de ningún modo estaba en cuestión el liderazgo del partido. "Incluso especifiqué que votarme a mí no era votar contra Chaves, ni contra Bono, ni contra nadie. Advertí que había sido un error que Almunia anunciase que dimitiría si perdía, y sería más error aún que lo materializara", insistió Borrell. "Comprendo su posición, desde el punto de vista humano. Pero le pido que piense en lo que es mejor para el partido; en que no debemos desaprovechar las energías acumuladas y no podemos gastar seis meses en un cambio en la dirección del partido, porque esos seis meses son decisivos para ganar las elecciones. Ahora sí estoy convencido de que tenemos una oportunidad extraordinaria para ganar las próximas elecciones". No obstante, matizó que si se expresa en términos tan rotundos es porque confía en que ambos puedan colaborar. Borrell rechazó definir la nueva convivencia con el equipo de Almunia en términos de "cohabitación", porque ese término es utilizado en Francia para describir la relación entre un presidente de la República y un presidente de Gobierno pertenecientes a partidos de ideologías rivales. Pero sí invocó la necesidad de un esfuerzo para que el trato, a partir de ahora, esté guiado por la lealtad y la generosidad. "Si trabajamos así, podremos dar a esta sociedad una perspectiva mejor que la que le ofrece esta derecha gris que nos gobierna", añadió.
El aspirante socialista a la presidencia del Gobierno anunció que serán necesarios algunos reajustes, pero no como consecuencia de que los afectados hayan estado del lado de Almunia en las primarias. Algunos de esos cambios estarán relacionados con la creación de una Oficina del Candidato, que le sirva de apoyo en su nueva tarea. Borrell no considera imprescindible asumir formalmente la portavocía en el Congreso de los Diputados, si bien ejercerá de portavoz en las principales ocasiones en que intervenga el presidente del Gobierno, José María Aznar, y por tanto lo hará en el debate sobre el estado de la Nación, el próximo día 12 de mayo.
"Eso no implica nada", dijo, e insistió en que "nadie haga lecturas de vendettas sicilianas sobre ninguno de los cambios que se produzcan", en función de "quién estuviese dónde y con quién".
Abogó por que el próximo programa electoral del PSOE sea elaborado de la forma más participativa, "de abajo a arriba, como se ha hecho en la eleciones primarias". Es probable que la ejecutiva federal le encargue la coordinación de ese programa, lo que llevaría aparajado su incorporación al comité permanente de la dirección. Esta semana se volverá a reunir con los líderes de UGT y CCOO.