Los guardias civiles acusados de torturas piden que se anule el proceso

Los 14 guardias civiles del cuartel de Colmenar Viejo que se sientan desde ayer en el banquillo de los acusados por maltrato físico y psíquico a tres detenidos pidieron ayer al tribunal que anule toda la instrucción judicial por entender que se han vulnerado "sus derechos fundamentales". Alegan que las imputaciones delictivas que pesan sobre ellos están basadas en un informe interno de la Guardia Civil que recogió los testimonios que ellos prestaron ante sus mandos sin haber sido asesorados por sus abogados.

El fiscal y los abogados de la acusación particular, que piden penas de cárcel ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los 14 guardias civiles del cuartel de Colmenar Viejo que se sientan desde ayer en el banquillo de los acusados por maltrato físico y psíquico a tres detenidos pidieron ayer al tribunal que anule toda la instrucción judicial por entender que se han vulnerado "sus derechos fundamentales". Alegan que las imputaciones delictivas que pesan sobre ellos están basadas en un informe interno de la Guardia Civil que recogió los testimonios que ellos prestaron ante sus mandos sin haber sido asesorados por sus abogados.

El fiscal y los abogados de la acusación particular, que piden penas de cárcel para los guardias, a los que imputan delitos de torturas, coacciones y vejaciones, rechazaron los argumentos de los letrados de la defensa. Éstos reclamaron al tribunal que detenga el juicio y se pronuncie sobre sus alegatos antes de que los agentes comiencen a declarar. La Sección 11 de la Audiencia Provincial de Madrid, donde ayer se inició el juicio, decidió aplazar hasta el próximo lunes la vista oral con objeto de resolver cuál de las partes lleva razón. La detención de los tres jóvenes supuestamente torturados, que se prolongó los días 22, 23 y 24 de octubre de 1994, se produjo tras una refriega en un bar de Colmenar entre jóvenes y guardias civiles de esta localidad. Los detenidos confesaron, tras quedar en libertad, que los guardias, como venganza por la trifulca, en la que varios agentes resultaron con lesiones, les llevaron detenidos al cuartel y, tras desnudarles, les sometieron a torturas y vejaciones. Los 14 acusados, que vestían de paisano en el banquillo, se negaron a efectuar declaraciones a la maraña de periodistas que siguieron el desarrollo de la primera sesión del juicio, que se centró en lo que en la jerga jurídica se denomina cuestiones previas.

Los abogados de los agentes abundaron en que las diligencias judiciales desarrolladas en un juzgado de Colmenar Viejo "se viciaron y contaminaron" desde el momento en que se incorporó al sumario el informe reservado que sobre los hechos efectuó la 112 a Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, que interrogó a los acusados sin ofrecerles la posibilidad de acudir a sus abogados. Los letrados de los guardias también tildaron de irregulares las ruedas de reconocimiento que onstan en ese informe reservado que permitieron identificar a os guardias que supuestamente intervinieron en las torturas infligidas a los tres detenidos.

Tanto el fiscal como las acusaciones particulares, entre ellas la Asociación contra la Tortura, recordaron que la instrucción judicial comenzó a raíz de las denuncias que presentaron los tres detenidos antes de que el citado informe reservado fuera incluido en el sumario. Y que, por tanto, la investigación judicial emprendida en Colmenar Viejo ha tenido su propio desarrollo al margen del informe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En