Roma juzga al Atlético

Datos para el optimismo hay Pocos, muy pocos. Todo juega a favor del Lazio, en contra del Atlético. Hasta del viaje a Roma en sí de ayer, una odisea interminable, han salido malparados los rojiblancos. Vuelve Kiko y el rival ha abandonado su estado de racha, pero la eliminatoria sigue de color italiano. Y lo que se juega el Atlético no es una simple semifinal de la Copa de la UEFA, sino toda una temporada, un fin de época. Los madrileños tienen que dar la vuelta esta noche en el Olímpico (20.45, Antena 3) al 0-1 que el Lazio arañó del Calderón. Si no lo consiguen, tal y como se les ha puesto e...

Datos para el optimismo hay Pocos, muy pocos. Todo juega a favor del Lazio, en contra del Atlético. Hasta del viaje a Roma en sí de ayer, una odisea interminable, han salido malparados los rojiblancos. Vuelve Kiko y el rival ha abandonado su estado de racha, pero la eliminatoria sigue de color italiano. Y lo que se juega el Atlético no es una simple semifinal de la Copa de la UEFA, sino toda una temporada, un fin de época. Los madrileños tienen que dar la vuelta esta noche en el Olímpico (20.45, Antena 3) al 0-1 que el Lazio arañó del Calderón. Si no lo consiguen, tal y como se les ha puesto el campeonato español, su presencia en Europa el curso que viene será una quimera. Y la campana actual, la última con Antic en el banquillo según todos los indicios, la de mayor inversión en la historia del club (casi 10.000 millones de pesetas en fichajes), se cerrará de forma desastrosa.Aunque para desastre y de los grandes, el viaje de ayer, donde los problemas fueron enganchándose. El avión de la compañía inglesa Monarch no durmió el domingo en Madrid como estaba previsto, sino que llegó a las 10.30 horas de ayer, es decir una hora y cuarto después de la hora prevista para su despegue rumbo a Roma. Luego, y durante una hora, una confusión de la agencia de viajes hizo creer que dos personas que habían facturado equipaje no habían subido al avión, lo que provocó, por cuestiones de seguridad, una nueva demora -y a Kiko, que soportó la espera sentado junto a las puertas de acceso al aparato, casi un principio de pulmonía-.

La expedición del Atlético no hizo esfuerzos por disimular su enfado tras el viaje. Y tampoco por maquillar su preocupación ante el vital compromiso que tiene delante. El equipo llega sin Caminero -viajó pero está sancionado-, hasta ahora su talismán en la competición europea, y con un agujero tremendo en el centro de su defensa: Santi y Andrei están sancionados y López, lesionado. Toni se resintió ayer por lo que Geli ocupará el lateral izquierdo y Christian Díaz, del filial rojiblanco, se perfila como acompañante de Prodan en esa zona.

Y por si fuera poco, Vieri vuelve a sembrar el pánico con su ya clásico Juego, no juego'. Al italiano no le han desaparecido sus dolores musculares, pero dado lo que expone la sociedad rojiblanca, lo normal es que actúe.

El Lazio, mientras, se muestra prudente. Se resiste a dejarse llevar por los pronósticos y reclama máxima concentración. Tiene también bajas (Jugovic, sancionado, Chamot, lesionado, y Almeyda, concentrado con su selección), pero se sabe fuerte aún así. Ni siquiera sus últimos resultados -dos derrotas y un empate- han modificado su sensación de equipo en estado de gracia.

El Atlético lo tiene difícil, muy difícil. Pero no renuncia a soñar. Y pese a las malas vibraciones que transmite, pese a su fractura interna, pese a las bajas, pese a un resultado que le obliga a marcar dos goles en un escenario poco adecuado, pese a la entidad del rival... no tira la toalla.

Lazio: Marchegiani; Pancaro, Nesta, Negro, Favalli; Fuser, Venturin, Rambaudi, Nedved; Mancini y Boksic.

Atlético: Molina; Aguilera, Christian Díaz, Prodan, Geli; Bejbl, Vizcaíno, Pantic, Lardín; Kiko y Vieri.

Árbitro: Hugh Dallas (Escocia).