Tribuna:

Rebajas

La esperada retirada de beneficios llegó, por fin, al mercado de valores y tomó a contrapie a muchos inversores, excesivamente confiados en la capacidad alcista de la Bolsa. Los primeros minutos de la sesión de ayer fueron positivos, pero muy pronto se vio que el dinero no llegaba con tanta fuerza como en las sesiones anteriores y eso dio paso a la corriente vendedora.La jornada pasó por diferentes alternativas, pero la decidida apertura de Nueva York, con un recorte de hasta 74 puntos, inclinó definitivamente la balanza del lado negativo. Al final, el recorte en el índice general de Madrid fu...

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La esperada retirada de beneficios llegó, por fin, al mercado de valores y tomó a contrapie a muchos inversores, excesivamente confiados en la capacidad alcista de la Bolsa. Los primeros minutos de la sesión de ayer fueron positivos, pero muy pronto se vio que el dinero no llegaba con tanta fuerza como en las sesiones anteriores y eso dio paso a la corriente vendedora.La jornada pasó por diferentes alternativas, pero la decidida apertura de Nueva York, con un recorte de hasta 74 puntos, inclinó definitivamente la balanza del lado negativo. Al final, el recorte en el índice general de Madrid fue de poco más del 1%, un dato irrelevante dentro de la tendencia global del mercado.

La ampliación de capital de Telefónica se ajustó desde el primer minuto a los altibajos del conjunto del mercado, con una subida inicial de las acciones y de los derechos de suscripción y posterior descenso. Al cierre, las acciones nuevas resultaban a 7.163 pesetas, teniendo en cuenta la diferencia de dividendo, mientras que las viejas terminaban a 7.210 pesetas.

La deuda a 10 años subió hasta el 5,01%, también en plena retirada de beneficios y confirmando los problemas para situar la rentabilidad de la emisión a 10 años por debajo del 5%. En la subasta de activos públicos celebrada por la mañana, el Tesoro ajustó la rentabilidad a las posiciones del mercado, en cuanto al plazo de 10 años, mientras que apenas hubo movimiento a corto y medio plazo, en letras a seis meses y en bonos a tres años, y se rebajó 41 centésimas el rendimiento de las obligaciones a 30 años, hasta quedar en el 5,569%.

También el mercado de divisas tuvo algunos momentos confusos, que indicaban que los recelos y las retiradas de beneficios son comunes a todos los mercados financieros. El dólar llegó a caer hasta 155,86 pesetas, para cerrar en 156,18, mientras que el marco subió en algunos momentos hasta 84,90 pesetas y terminó en 84,85.

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