CUMPLEAÑOS INFELIZ

Puede que suene a película, pero es posible dejarse olvidados cuatro millones de pesetas en un ascensor. Ocurrió en Cáceres y la cosa toma derroteros más surrealistas cuando el infortunado perdedor de los cuatro millones se desplazó hasta la capital extremeña para festejar un cumpleaños junto a su padre. "Hola, ¿qué tal?". Abrazos, saludos efusivos, venga, una ayuda para subir el equipaje y, izas!, el infortunio. F. B. M., de 27 años de edad, había estado trabajando en Londres. Total, unos ahorrillos: cuatro millones de pesetas, y las ganas de mostrárselos en vivo y en moneda nativa, li...

Puede que suene a película, pero es posible dejarse olvidados cuatro millones de pesetas en un ascensor. Ocurrió en Cáceres y la cosa toma derroteros más surrealistas cuando el infortunado perdedor de los cuatro millones se desplazó hasta la capital extremeña para festejar un cumpleaños junto a su padre. "Hola, ¿qué tal?". Abrazos, saludos efusivos, venga, una ayuda para subir el equipaje y, izas!, el infortunio. F. B. M., de 27 años de edad, había estado trabajando en Londres. Total, unos ahorrillos: cuatro millones de pesetas, y las ganas de mostrárselos en vivo y en moneda nativa, libras esterlinas, a sus más directos familiares. Así que los guardó en un maletín. Al llegar al inmueble del domicilio paterno, todo alegría. "Huy, qué perro más mono traes". Caricias al animal y la familia junta. Pero a eso de las dos de la madrugada el emigrante errante se da cuenta que le falta el maletín. Regresa al ascensor, pero ni rastro. Poco después, llamada a la puerta. Un vecino trae en mano el maletín, pero vacío. Alguien lo tomó, escrutó y tras vaciarlo lo abandonó. Denuncia en la policía y a esperar. El padre del infortunado ha declarado que se entretuvo haciéndole monadas al perro de su hijo y se olvidó de coger el maletín con los cuatro millones.-