El 'informe Ardanza' exige un alto el fuego definitivo de ETA para dialogar

El documento elaborado por José Antonio Ardanza para intentar poner fin a la violencia señala que la vía del diálogo -entre los partidos democráticos y HB, nunca con ETA- sólo podrá abrirse si antes se produce un cese definitivo de la lucha armada. Así lo recoge el informe, de una docena de folios, que el lehendakari ha entregado a José María Aznar y que ha explicado a los partidos vascos que integran el Pacto de Ajuria Enea. El texto desarrolla y limita el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, firmado hace 10 años, que propone la salida dialogada al terrorismo en términos genéricos.

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El documento elaborado por José Antonio Ardanza para intentar poner fin a la violencia señala que la vía del diálogo -entre los partidos democráticos y HB, nunca con ETA- sólo podrá abrirse si antes se produce un cese definitivo de la lucha armada. Así lo recoge el informe, de una docena de folios, que el lehendakari ha entregado a José María Aznar y que ha explicado a los partidos vascos que integran el Pacto de Ajuria Enea. El texto desarrolla y limita el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, firmado hace 10 años, que propone la salida dialogada al terrorismo en términos genéricos.

El documento se basa en la experiencia de las dos treguas anteriores de ETA -enero de 1989 y junio de 1996-, ambas fallidas. El nuevo texto rechaza las treguas parciales para abrir un diálogo y destaca que la voluntad de ETA en ese terreno sólo será creíble con un cese indefinido de los atentados. El texto indica que sería "de dudosa legitimidad democrática" e "inviable" un diálogo entre el Gobierno central y ETA, como sucedió en Argel a comienzos de 1989, porque esa fórmula ya no sería hoy aceptada por una mayoría de partidos o fuerzas sociales. El informe propone también un diálogo político previo y sin límites de los partidos del Pacto de Ajuria Enea y que aspectos claves de la política antiterrorista -como la penitenciaria- se acuerden dentro de dicho pacto. Estos aspectos son los de aceptación más difícil por partidos de ámbito estatal como el PP y el PSOE.