Conchita supera a Testud y alcanza las semifinales

El techo de Conchita sigue siendo desconocido. Apuntó hasta donde podía llegar cuando en 1994 ganó el torneo de Wimbledon superando en la final a Martina Navratilova. Pero su estrella no siguió una trayectoria rectilínea. Titubeó constantemente, brilló en ocasiones, pero en otras sembró la incertidumbre y la duda, hasta la pasada temporada, en la. que comenzó a dar la sensación de estar abatida, cansada de jugar al tenis. Fue un momento crucial para el tenis español, puesto que su apatía coincidió con una profunda crisis de Arantxa Sánchez Vicario.

Por eso, ahora que las dos han vue...

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El techo de Conchita sigue siendo desconocido. Apuntó hasta donde podía llegar cuando en 1994 ganó el torneo de Wimbledon superando en la final a Martina Navratilova. Pero su estrella no siguió una trayectoria rectilínea. Titubeó constantemente, brilló en ocasiones, pero en otras sembró la incertidumbre y la duda, hasta la pasada temporada, en la. que comenzó a dar la sensación de estar abatida, cansada de jugar al tenis. Fue un momento crucial para el tenis español, puesto que su apatía coincidió con una profunda crisis de Arantxa Sánchez Vicario.

Por eso, ahora que las dos han vuelto a encontrar el camino en el Open de Australia causa una grata satisfacción ver ya a una española clasificada para las semifinales del primer Grand Slam de la temporada. Conchita logró ayer su pase a esta ronda con una victoria sin paliativos ante la francesa Sandrine Testud, 13ª mundial, a la que superó por 6-3, 6-2. Arantxa debía enfrentarse de madrugada a la alemana Anke Huber, l4ª mundial, en busca de una semifinal que la enfrentaría a Mary Pierce o a Martina Hingis. Conchita se enfrentará ahora a la norteamericana Lindsay Davenport, que ayer acabó con la ambición de Venus Williams (1-6, 7-5, 6-3).

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El partido de ayer mostró aspectos muy positivos de Conchita. La aragonesa, de 25 años, comenzó perdiendo su servicio en el juego inicial. Aquello fue ya una piedra de toque. En otras ocasiones hubiera podido ser una circunstancia mentalmente decisiva teniendo enfrente a una tenista del nivel de Testud, una buena pegadora que ataca la red sin problema. En cambio, ayer Conchita no perdió la calma y fue aplicándose con su derecha para ir negociando su victoria.

No era un partido fácil. Podía perderlo al más leve despiste. No lo tuvo. Recuperó el break en el cuarto juego y pasó a controlar la primera manga por 5-3 y la segunda por 5-2. Ganó el partido y causó una magnífica impresión. "Ha sido mi mejor partido aquí", dijo Conchita.

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