150 jóvenes encapuchados aterrorizan a Barakaldo, en un asalto organizado

Ataques simultáneos en Getxo y Bilbao

"Parecían un ejército, todos llevaban un pasamontañas gris". Los testigos de la noche de terror vivida el viernes en Barakaldo (Vizcaya), en plenas fiestas patronales, están convencidos, al igual que la policía, de que la vandálica actuación de los 150 encapuchados estuvo perfectamente organizada. La avalancha de cócteles molotov, bengalas y pedradas desbordó a la Ertzaintza, que no practicó ninguna detención. Los simpatizantes de ETA extendieron su ofensiva a la Guardia Civil, en Getxo, y a la Policía Municipal, en Bilbao. Dos agentes dispararon al aire. Durante dos horas, el barrio de San Vi...

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"Parecían un ejército, todos llevaban un pasamontañas gris". Los testigos de la noche de terror vivida el viernes en Barakaldo (Vizcaya), en plenas fiestas patronales, están convencidos, al igual que la policía, de que la vandálica actuación de los 150 encapuchados estuvo perfectamente organizada. La avalancha de cócteles molotov, bengalas y pedradas desbordó a la Ertzaintza, que no practicó ninguna detención. Los simpatizantes de ETA extendieron su ofensiva a la Guardia Civil, en Getxo, y a la Policía Municipal, en Bilbao. Dos agentes dispararon al aire. Durante dos horas, el barrio de San Vicente, en Barakaldo, fue escenario de una guerra de guerrillas. El asalto comenzó a las 23.15. Los simpatizantes de ETA parecían perfectamente organizados y, según el alcalde, llegaron de fuera de la localidad con el único fin de sembrar el pánico y enfrentarse a la Ertzaintza. quemaron más de diez coches, destrozaron una sucursal bancaria y arrasaron numerosas cabinas y contenedores. Algunos baracaldeses recriminaron a los violentos e incluso les arrojaron objetos desde las ventanas. Los vándalos respondieron con amenazas: "Los próximos seréis vosotros". Una ambulancia que acudió al lugar fue apedreada, y un voluntario de la Cruz Roja resultó herido. Diez patrullas y cinco furgonetas antidisturbios fueron recibidos con una lluvia de cócteles mólotov y cohetes con punta metálica. Los vecinos se quejaban ayer de la tardanza de la Ertzaintza en acudir a imponer orden y de la de los bomberos en combatir el incendio de la sucursal, que obligó a desalojar los pisos situados sobre ella. El terror llegó también a Getxo, donde se lanzaron artefactos incendiarios contra un cuartel de la Guardia Civil, y a Bilbao, donde fue atacadauna comisaría municipal. Enlos tres ataques participaron unos 180 encapuchados. La Ertzaintza confirmó que no hubo detenidos.

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