Dos niñas mueren asfixiadadas en el incendio de su casa en Valencia

Dos niñas, Tamara, de cinco años, y su hermana Concepción, de tres, murieron en la madrugada de ayer por asfixia al declararse un incendio en la vivienda familiar que habitaban en la localidad de Paterna, de 50.000 habitantes, a unos cinco kilómetros de la capital valenciana.Aunque la policía investigaba ayer las causas del incendio, y el juzgado de instrucción número 4 de Paterna mantiene las diligencias abiertas, todo parece indicar que se inició de forma accidental, posiblemente debido a unas velas que utilizaba la familia para iluminar la vivienda, ya que la empresa de energía eléctrica le...

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Dos niñas, Tamara, de cinco años, y su hermana Concepción, de tres, murieron en la madrugada de ayer por asfixia al declararse un incendio en la vivienda familiar que habitaban en la localidad de Paterna, de 50.000 habitantes, a unos cinco kilómetros de la capital valenciana.Aunque la policía investigaba ayer las causas del incendio, y el juzgado de instrucción número 4 de Paterna mantiene las diligencias abiertas, todo parece indicar que se inició de forma accidental, posiblemente debido a unas velas que utilizaba la familia para iluminar la vivienda, ya que la empresa de energía eléctrica les había cortado el suministro por impago de los recibos.

El insomnio de un vecino, Juan Lucas, de 30 años, el único inquilino de la finca que seguía despierto a esas horas viendo la televisión, evitó que el siniestro adquiriera mayores dimensiones. Cuando el humo llegó a su piso, Lucas despertó a su mujer y a sus tres hijos y los sacó del edificio.

Después aporreó las puertas de las otras 28 viviendas del bloque de pisos para alertar a los cerca de 100 vecinos que estaban durmiendo. De una patada abrió la puerta de la vivienda incendiada, pero la llamarada le impidió entrar al piso de las niñas.

Esposo inválido

Los bomberos, que llegaron apenas cinco minutos después al lugar del siniestro, encontraron a la madre de las niñas, María A. G., de 33 años, abrazada a las víctimas en el dintel de la puerta del salón. Su compañero sentimental, José María M. S., que sufre una invalidez en las piernas, había logrado arrastrarse hasta el balcón de la casa para escapar del humo y poder respirar.Los equipos de rescate hallaron a las niñas aún vivas y les practicaron masajes cardiovasculares, pero todos los esfuerzos de los servicios sanitarios fueron inútiles. Las dos pequeñas fallecieron cuando eran trasladadas al hospital en ambulancia.

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