Los bomberos de Windsor
El restaurado castillo de Windsor conserva un recuerdo del incendio que estuvo a punto de destruirlo 1992. Una vidriera con escenas de cuadros en llamas y bomberos en acción, inspirados en unos bocetos del príncipe de Gales, se levanta en una pared de la capilla privada.
El príncipe Eduardo deja también una huella gráfica: un documental producido por su propia compañía, Ardent Productions, sobre cada fase de la reconstrucción. Dos firmas de arquitectos, dos contratistas principales y más de 600 trabajadores recuperaron el esplendor de los 9.000 metros cuadrados destruidos por el fue...
El restaurado castillo de Windsor conserva un recuerdo del incendio que estuvo a punto de destruirlo 1992. Una vidriera con escenas de cuadros en llamas y bomberos en acción, inspirados en unos bocetos del príncipe de Gales, se levanta en una pared de la capilla privada.
El príncipe Eduardo deja también una huella gráfica: un documental producido por su propia compañía, Ardent Productions, sobre cada fase de la reconstrucción. Dos firmas de arquitectos, dos contratistas principales y más de 600 trabajadores recuperaron el esplendor de los 9.000 metros cuadrados destruidos por el fuego y dañados por el agua, con un coste de 37 millones de libras (9.000 millones de pesetas). Ante la negativa del pueblo británico a financiar la obra, el 70% de la factura se ha pagado con los ingresos de las visitas al palacio de Buckingham y al recinto del castillo. El resto procede de la ayuda anual que el Gobierno concede a la reina para el mantenimiento de sus residencias oficiales.