La Bolsa de Tokio cae un 5,28% por la desconfíanza en el nuevo plan económico
La crisis financiera de los países asiáticos parece haberse enfriado, pero continúa pasando factura. La mayoría de las bolsas de la zona registraron ayer nuevos recortes, que tuvieron como origen la caída de 883,90 puntos en la Bolsa de Tokio, el 5,28% y recordaron al resto de los mercados que la herida sigue abierta. El cambio de actitud del Ejecutivo japonés, pasando de la oferta de dinero al estudio de medidas y la aprobación de un plan de liberalización de la economía, ha sido interpretado como una operación de primeros auxilios cuando lo que se necesita es cirugia.
Las bolsas d...
La crisis financiera de los países asiáticos parece haberse enfriado, pero continúa pasando factura. La mayoría de las bolsas de la zona registraron ayer nuevos recortes, que tuvieron como origen la caída de 883,90 puntos en la Bolsa de Tokio, el 5,28% y recordaron al resto de los mercados que la herida sigue abierta. El cambio de actitud del Ejecutivo japonés, pasando de la oferta de dinero al estudio de medidas y la aprobación de un plan de liberalización de la economía, ha sido interpretado como una operación de primeros auxilios cuando lo que se necesita es cirugia.
Las bolsas del área de influencia del yen volvieron inmediatamente a los goteos, ante la evidencia de la vuelta a los problemas entre deudores y acreedores. Ayer nadie podía imaginarse el efecto que las medidas liberalizadoras en Japón pueden tener a corto plazo sobre los impagados de la banca japonesa, con lo que las ganancias se evaporaron y los nervios volvieron a la zona. Hong Kong bajaba 90,8 puntos (0,89%), Singapur un 0,48%, y Sydney el 1,05%.Pero el país más castigado resultó ser Corea del Sur, que se vio obligado a elevar la banda de fluctuación respecto al dólar de su moneda, el won, desde el 2,25% al 10% para intentar superar la crisis financiera que sufre. La delicada situación de la economía coreana se tradujo ayer en la sustitución del ministro de Finanzas, Karng Kyung Shik, por Lim Chang Yuel, hasta ayer titular de Comercio Internacional e Industria.
Por otra parte, 14 países de Asia y del Pacífico, llegaron ayer a un acuerdo en Manila para establecer un mecanismo en el que el Fondo Monetario Internacional tendrá un "papel central" para aportar ayudas financieras a los países de la región. El acuerdo será sometido a la aprobación de los ministros de Finanzas de los países afectados en una cumbre que se celebrará en Kuala Lumpur a principios de diciembre.
La repercusión de la marcha atrás de los mercados asiáticos sobre las bolsas europeas fue muy limitada, pero forzó a una apertura llena de incertidumbre y con una clara imposición de las ventas. Madrid llegó a bajar 6,62 puntos (1,15%), pero gracias a la subida de Wall Street a la apertura conseguía cerrar con un avance del 0,27% (1,56 puntos). La Bolsa de Londres fue la única que terminó con un recorte, del 0,32%, mientras París ganaba el 0,29% y Francfort un 0,85%. El Dow Jones cerró en 7.724,74, con una ganancia de 73,92 puntos, un 0,97%.
Los vaivenes de las bolsas asiáticas y la ausencia de medidas inmediatas para paliar los primeros efectos de la devaluación de las divisas de aquella zona siguen preocupando a los inversores occidentales, que se mantienen en guardia ante los confusos movimientos de los mercados. Como muestra está la contratacion conseguida ayer en el mercado continuo español, 67.051 millones de pesetas, que figura entre las 10 más bajas de los dos últimos meses.
Rato asume su error
Por otra parte, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, pidió ayer al PSOE, si cree que hubo beneficiarios concretos por la caída de cotización que provocó un error suyo sobre Telefónica, que lo denuncie a los tribunales.El vicepresidente segundo del Ejecutivo respondía así a una pregunta de la senadora socialista Francisca Pleguezuelos sobre el autor de las notas del ministro que le llevaron a afirmar el martes pasado que las tarifas telefónicas urbanas bajarían entre un 20% y un 50% en 1998.
Este erróneo anunció desencadenó en la Bolsa de Madrid una oleada de ventas y una caída vertical de las acciones de Telefónica, que se recuperaron en parte al aclararse el malentendido. Rato se negó a revelar el nombre del asesor y dijo que asume la responsabilidad de su equivocación.