Europa del Este vuelve a la senda del crecimiento

Por primera vez desde el colapso del comunismo, la economía de la antigua Unión Soviética y de los países del difunto bloque oriental comienza a dar síntomas de recuperación. Contrariamente a muchos pronósticos, las graves averías económicas registran un movimiento de reparación y a un ritmo que representa para muchos una sorpresa. Es una de las conclusiones del Informe de Transición del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

El informe subraya los efectos de una marcha económica positiva en una zona que ha experimentado un continuo declive en su producto interior bruto y ...

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Por primera vez desde el colapso del comunismo, la economía de la antigua Unión Soviética y de los países del difunto bloque oriental comienza a dar síntomas de recuperación. Contrariamente a muchos pronósticos, las graves averías económicas registran un movimiento de reparación y a un ritmo que representa para muchos una sorpresa. Es una de las conclusiones del Informe de Transición del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

El informe subraya los efectos de una marcha económica positiva en una zona que ha experimentado un continuo declive en su producto interior bruto y que, por primera vez, registrará este año un crecimiento del 1,7%.La contracción económica en Rusia, entretanto, parece haber llegado al final, con perspectivas de alcanzar un índice de crecimiento del 3,5% dentro de un año. El estudio, presentado en Londres, destaca una mejoría del comportamiento económico en Rusia, donde este año pueden producirse por primera vez indicios de crecimiento.

Los pronósticos del BERD señalan para el próximo año un crecimiento medio en Europa oriental del 4%, frente al 3, 1 % de 1997. Señalan, además, que existen perspectivas de crecimiento en la antigua Unión Soviética con particular solidez en Rusia, donde el producto interior bruto puede aumentar un 3%, es decir, dos puntos más que en este año. Y se debe, en parte, a un sostenido declive de la inflación en la región, que en muchos países de la zona ha bajado a menos del 10% anual.

Pero no todo el panorama es del mismo color rosa. El cuadro macroeconómico permanece frágil en muchos países de la antigua Unión Soviética, en los que persiste el crecimiento del déficit presupuestario y no hay signos de alivio para sus respectivas balanzas de pagos.

Similar fragilidad en los mercados, junto con una falta de información, deben ser tomados como advertencias de los riesgos para las políticas crediticias en la zona, añade el estudio. El documento registra una aceleración de las inversiones directas especialmente en Polonia, que ha sustituido a Hungría, principal receptor de fondos del exterior desde 1989.

El informe también advierte que la corrupción sigue siendo el principal lastre para el desarrollo de las economías en Europa oriental y la antigua Unión ' Soviética y apunta que, a pesar de la mejora general de las condiciones de vida, la pobreza ha ido en aumento "dramático" durante el período de transformación de la economía bajo planificación centralizada al actual sistema de mercado.

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