Cartas al director

Celebración

Un año más hemos padecido en Madrid la celebración a favor de unos pocos de la mal llamada Fiesta de la Bicicleta, que habría que llamar Fiesta de la Anticonvivencia, por excluir incivil y antidemocráticamente, por donde más puede perjudicarIes y el mayor tiempo posible, á los demás medios de transporte.Antes que ésa, por ser muchos más, habría que celebrar una Fiesta del Peatón, de los Coches, de los Camiones, de las Motos, etcétera. ¿Absurdo? Pues eso, más.

Ligado a ello, se le podría llamar también la Fiesta del Gran Embuste, porque, aunque modestamente se denomina de la bicic...

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Un año más hemos padecido en Madrid la celebración a favor de unos pocos de la mal llamada Fiesta de la Bicicleta, que habría que llamar Fiesta de la Anticonvivencia, por excluir incivil y antidemocráticamente, por donde más puede perjudicarIes y el mayor tiempo posible, á los demás medios de transporte.Antes que ésa, por ser muchos más, habría que celebrar una Fiesta del Peatón, de los Coches, de los Camiones, de las Motos, etcétera. ¿Absurdo? Pues eso, más.

Ligado a ello, se le podría llamar también la Fiesta del Gran Embuste, porque, aunque modestamente se denomina de la bicicleta, después sus organizadores, para darse importancia y justificarla, multiplican por 10, 20 y más el número de sus participantes reales, pretendiendo que han sido 300.000 (¡trescientos mil!) y más. Sería de risa si no fuera tan perjudicial por el mal ejemplo que dan para la convivencia, por los graves perjuicios que causan a miles de madrileños y foráneos, al impedirles el libre tránsito durante horas, y por el coste millonario que el mero dispositivo policial nos cuesta a todos-

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