La crisis de los partidos políticos
En esta mediática y dura sociedad de finales del sigloXX, los partidos políticos son, teóricamente, los intermediarios entre el pueblo llano y las instituciones, con las cuales se hace funcionar la Administración y el país. Pero, claro está, los partidos tendrían que ser solamente un medio para hacer posible la soberanía popular, aunque en estos momentos se han convertido en un fin en sí mismos. Y de aquí viene una de las causas de la gran corrupción política actual y, a la vez, el desencanto de las masas por culpa de las claudicaciones sociales que los "funcionarios" de estos partidos ejercen...
En esta mediática y dura sociedad de finales del sigloXX, los partidos políticos son, teóricamente, los intermediarios entre el pueblo llano y las instituciones, con las cuales se hace funcionar la Administración y el país. Pero, claro está, los partidos tendrían que ser solamente un medio para hacer posible la soberanía popular, aunque en estos momentos se han convertido en un fin en sí mismos. Y de aquí viene una de las causas de la gran corrupción política actual y, a la vez, el desencanto de las masas por culpa de las claudicaciones sociales que los "funcionarios" de estos partidos ejercen en la práctica política diaria.Pero, además de todo esto, hoy día se produce otro fenómeno muy interesante y a la vez muy traumático, que es que los partidos que no tienen bastantes subvenciones del Estado sufren crisis y escisiones graves. Ejemplo de ello lo tenemos en IU, a nivel de todo el Estado (en el pasado más o menos reciente), y ERC en Cataluña o el PA en Andalucía. De hecho, a los otros grandes partidos, si perdieran el poder y la gloria, les pasaría exactamente lo mismo. Todo lo dicho nos demuestra la miseria de la política actual (quizá nos recuerde, en el túnel de la historia, la miseria de la filosofía, que comentaba Marx); mientras tanto, el pueblo soberano, con sus angustias y problemas sin resolver, continúa haciéndose el sueco y no entendiendo nada de nada-