El 'comando Vizcaya' ha sido desarticulado en seis ocasiones y se le atribuyen una treintena de atentados
Al menos seis desarticulaciones ha sufrido el comando Vizcaya, uno de los más operativos y sanguinarios de ETA, con una treintena de atentados desde que comenzó a actuar en los ochenta .La primera vez que se le dio por desarticulado fue en 1985 ,y a éstas le han seguido otras ,como en 1986,1989,1991,1992 y 1994 .La última desmembración se produjo el 18 de noviembre de 1994, en Lujua (Vizcaya), cuando sus tres integrantes más importantes fueron interceptados por la Ertzaintza tras haber intentado asesinar en Lárrabetzu a un militar, que repelió la agresión.
En el lugar del control se pr...
Al menos seis desarticulaciones ha sufrido el comando Vizcaya, uno de los más operativos y sanguinarios de ETA, con una treintena de atentados desde que comenzó a actuar en los ochenta .La primera vez que se le dio por desarticulado fue en 1985 ,y a éstas le han seguido otras ,como en 1986,1989,1991,1992 y 1994 .La última desmembración se produjo el 18 de noviembre de 1994, en Lujua (Vizcaya), cuando sus tres integrantes más importantes fueron interceptados por la Ertzaintza tras haber intentado asesinar en Lárrabetzu a un militar, que repelió la agresión.
En el lugar del control se produjo un tiroteo, con el resultado del presunto etarra Angel Aranzabalbeitia muerto y un ertzaina herido grave. El dirigente del grupo, Luis Martín Carmona, Koldo, y Lourdes Churruca, que también resultó con heridas leves, fueron detenidos.El interrogatorio de KoIdo permitió que la Ertzaintza localizase y desactivase en la localidad vizcaína de Astrabudua un coche-bomba con 50 kilos de explosivos, que se encontraba en el taller utilizado por los terroristas para montar estos artefactos, y dos pisos francos. En ese momento, el grupo tenía información para atentar contra más de 300 objetivos. Anteriormente, el comando operaba desde 1987 bajo las órdenes de Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, quien, además de tener en su haber más de quince asesinatos y un secuestro, logró en varias ocasiones eludir los cercos policiales y refugiarse en Francia, tal como hizo en mayo de 1992, junto a Javier Martínez Eizaguirre, Javi de Usansolo.
La detención de Javi de Usansolo frustró el secuestro de un industrial de Getxo, que ya estaba preparado, y permitió la incautación de 126 kilos de amosal y abundante armamento en el interior de un chalé de Brika, en el que se pretendía esconder al rehén.
Antes de Gadafi, el coman do estuvo dirigido por Juan María Ormazabal, Turko, que murió el 30 de agosto de 1991 en un enfrentamiento armado contra la Ertzaintza en el bilbaino barrio de Begoña. José María Mendinueta, Manu, otro integrante. liberado (a sueldo de la organización), resultó herido de gravedad, y el ertzaina Alfonso Mentxaka Lejona murió tres días después a consecuencias de las graves heridas sufridas en dicho tiroteo.Interior considera al comando uno de los más sanguinarios de la banda y le atribuye más de treinta atentados con numerosas muertes, entre las que figuran la del subinspector de la Policía Nacional Eladio Rodríguez García, asesinado con coche-bomba el 6 de noviembre de 1989, en Getxo; la del guardia civil Ricardo Souso Ríos, muerto a tiros el 13 de junio de 1991 en Valle de Trápaga, y la del niño Fabio Moreno, que murió el 7 de noviembre de 1991, en Erandio.
Otros atentados cuya autoría puede recaer sobre este comando son la del sargento mayor de la Ertzaintza José Antonio Goikoetxea Asla, tiroteado en Bilbao el 22 de noviembre de 1993 y cuya muerte se produjo cuatro días después; la del guardia civil Fernando Jiménez Pascual, muerto a consecuencia de una bomba-lapa en su coche, el 4 de abril de 1994, en Bilbao; la del también agente de la Benemérita José Benigno Villalobos Blanco, asesinado por disparos el 28 de abril de 1994, en Valle de Trápaga. Además se le atribuyen al Vizcaya otros atentados mortales como el del civil José Antonio Díaz Losada, asesinado a tiros por su presunta relación con el narcotráfico, el 9 de agosto de 1994, en Bilbao, y el del policía nacional José Sanata Ramos, asesinado en la sede social del PNV (batzoki) de Berango, el 21 de agosto. La desarticulación de 1989 obligó, como suele ser habitual, a los colaboradores no detenidos a refugiarse en Francia. Teodoro Meabe Derteano fue uno de ellos, pero en noviembre del año siguiente fue detenido en el país vecino y tras cumplir condena fue extraditado a España.En el verano de 1990, el comando fue reconstituido por KoIdo tras la detención de Carmen Guisasola en Francia, y durante 1991 fueron detenidos en Vizcaya un total de 22 presuntos miembros o colaboradores del comando, imposibilitados es grupos de apoyo y descubiertos cuatro pisos francos con numeroso armamento, explosivos y munición. A comienzos de 1992, la Policía, tras detener a dos supuestos liberados, logró arrestar a 36 personas por su presunta implicación con la infraestructura de ETA, y durante los meses de abril y mayo las detenciones relacionadas con este grupo se multiplicaron y se dio oficialmente por desarticulado.
La desarticulación de Lujua, en 1994, se produjo un día después de la detención en Francia del número dos de ETA, Féliz Alberto López de la Calle, Mobutu, y como en casos anteriores la muerte de un integrante y la detención de otros dos produjo la huida de los miembros y colaboradores del comando, como es el caso de Javier Abaunza Martínez, a quien en abril de 1997 se le encuadraba en el Madrid.
El 17 de febrero de 1997 la explosión de una bomba colocada bajo un asiento en el coche del policía nacional Modesto Rico Pasarin, causa la muerte del agente en el barrio bilbaino de Santutxu. El último atentado en el que la policía sospecha que participó Salvador Gazteluimendi se produjo el 24 de abril, fecha en la que fue asesinado presuntamente de un tiro en la cabeza el inspector de policía Luis Andrés Samperio Sañudo, de 37 años, cuando iba a entrar al portal de su domicilio de Deusto.