"Los goles no me comen el coco"

Francia 98 está a tiro. En unas horas, esta noche, España puede coserse matemáticamente a la fase final del Mundial. Para ello debe ganar a Eslovaquia. Y estas pequeñas gestas suelen venir etiquetadas. Un apellido las inmortaliza, casi siempre el del autor del gol decisivo. Rubén Cano se "adueñó" del acceso a Argentina 78, y Fernando Hierro, del de Estados Unidos 94. ¿Quién apadrinará el pasaporte para Francia? Kiko lo tiene claro: "Puestos a elegir, que meta yo el gol". El jerezano del Atlético, a sus 25 años, tiene ya un amplio currículo de tantos importantes. A saber: "Con 18 añitos", dejó ...

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Francia 98 está a tiro. En unas horas, esta noche, España puede coserse matemáticamente a la fase final del Mundial. Para ello debe ganar a Eslovaquia. Y estas pequeñas gestas suelen venir etiquetadas. Un apellido las inmortaliza, casi siempre el del autor del gol decisivo. Rubén Cano se "adueñó" del acceso a Argentina 78, y Fernando Hierro, del de Estados Unidos 94. ¿Quién apadrinará el pasaporte para Francia? Kiko lo tiene claro: "Puestos a elegir, que meta yo el gol". El jerezano del Atlético, a sus 25 años, tiene ya un amplio currículo de tantos importantes. A saber: "Con 18 añitos", dejó al Cádiz en Primera tras perforar la portería del Zaragoza en el último minuto de la Liga 1990-91; marcó el último gol del Atlético el año de su bicampeonato y el decisivo ante el Salamanca dos jornadas antes, a seis minutos del final, cuando los rojiblancos ya creían que la Liga se les iba. Y por supuesto, su tanto más importante, el que dio el oro a España en los Juegos Olímpicos de 1992. "Sí", dice, "de goles en momentos claves estoy curtido".Pregunta. Con estos antecedentes se le podría adjudicar de antemano el gol decisivo ante Eslovaquia, pero lo cierto es que en la selección usted no marca demasiado.

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Respuesta. En 16 partidos, dos goles nada más. Uno, no me acuerdo muy bien, a Macedonia o esta gente, y el otro a Noruega en Las Palmas. Pero bueno, encuentros. enteros no he jugado muchos. Supongo que siempre se puede hacer más. No sólo en la selección, en el Atlético también me queda permanentemente el gusanillo de haber podido conseguir más tantos. Pero los goles no es algo que me coma mucho el coco. Tengo otros intereses y otras misiones más importantes durante un partido que ésa.

P. Si tuviera que pronosticar quién apellidará con su gol esta clasificación, ¿por quién se inclinará?.

R. Lo que buscamos en estos momentos es empatar o ganar y clasificarnos. Después, puestos a elegir, que meta yo el gol. Pero cualquiera puede hacerlo. No somos de esos equipos que juegan con dos puntas y son suyos la mayoría de los goles. En la selección los que entran por banda, los medias puntas... cualquiera hace goles.

P. No lo dirá por lo que demostraron en los últimos partidos. Ante Yugoslavia (1-1) no se fabricaron ocasiones y el gol lo marcaron de penalti. Y ante la República Checa (1-0), lo mismo.

R. Ante los checos andábamos todos muy justitos porque nos pescó al final de temporada. En Yugoslavia sucedió que ellos jugaron mucho mejor que nosotros, no hay que darle más vueltas. No es una tendencia. Fueron dos circunstancias, agotamiento y evidente inferioridad. No estamos preocupados porque durante la Liga, la reconocida por todos como la más fuerte, los delanteros nacionales lo están haciendo bien.

P. El curso pasado, tras la eliminatoria de Liga de Campeones ante el Ajax, usted comentó que empezaba a darse cuenta del gran jugador que era en el Atlético. ¿En la selección es usted tan gran futbolista?

R. Más que yo me lo creyera, la gente me convenció de que era así. El murmullo del estadio, lo que te comenta todo el mundo... no tienes más remedio que creerte que eres grande. La confianza de la gente es la que me ha hecho confiar en mí mismo.

P. Sí, ¿pero en la selección usted confía tanto en sí mismo?.

R. Es que en la selección... No digo que en el Atlético haya poco nivel, pero aquí vienen los elegidos, los más fuertes en sus puestos de España.

P. Da la sensación de que en la selección no se atreve a hacer las mismas cosas que hace en su equipo. ¿Juega cohibido, no se siente autorizado para dejarse llevar por su talento?

R. Es que la selección es diferente. Con el Atlético juego cada tres o cuatro días y me conozco a mis compañeros de memoria. Aquí jugamos una vez al mes. La mentalidad es la misma, pero después en el terreno de juego no juegas con la misma claridad con la que juego en el Atlético. Es normal, jugar cada dos días a hacerlo de mes en mes se nota en el terreno de juego.

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