Danzas de guerra y victoria

Abdul Aziz, el fundador del Reino de Arabia Saudí ,bailó el arda antes de iniciar la gguerra para conquistar los territorios de esta península. Y después, en 1932, para celebrar la victoria. El grupo de danzas folclóricas que interpretó ayer el arda en el Palacio de Congresos ante 300 personas, en su mayoría de tez morena, sólo querían inaugurar la primera semana cultural saudí que tiene lugar en Europa."Más que bailar desfilan", susurró uno de los espectadores. No le faltaba razón. Mientras seis músicos vestidos con túnicas blancas golpeaban enormes panderos rodeados de borlas de colo...

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Abdul Aziz, el fundador del Reino de Arabia Saudí ,bailó el arda antes de iniciar la gguerra para conquistar los territorios de esta península. Y después, en 1932, para celebrar la victoria. El grupo de danzas folclóricas que interpretó ayer el arda en el Palacio de Congresos ante 300 personas, en su mayoría de tez morena, sólo querían inaugurar la primera semana cultural saudí que tiene lugar en Europa."Más que bailar desfilan", susurró uno de los espectadores. No le faltaba razón. Mientras seis músicos vestidos con túnicas blancas golpeaban enormes panderos rodeados de borlas de colores,dos hileras de bailarines, enfundados en telas violetas, blandían sus sables siguiendo el ritmo. En el centro, el abanderado con la enseña nacional: fondo verde, un sable desenfundado y el lema "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".

Percusión para las danzas y cuerda para las canciones. El intérprete sentado en una esquina del espacioso salón de actos del Palacio de Congresos, desgranó varias canciones mientras sus dedos arrancaban la música que le acompañaba de un sumsumiah, una especie de arpa.El sonido del sumsumiah fue lo que más le gustó a Pablo Pascual, un estudiante de periodismo de 23 años, y uno de los pocos españoles sin vínculos familiares en el mundo árabe que asistió al espectáculo. La mayoría de los jóvenes sentados entre el público, tenía un padre o una madre árabe.Los vaqueros y la camiseta de Pablo destacaban entre los trajes de chaqueta, las caras maquilladas y cuellos enjoyados, las cabezas de mujer cubiertas y los hombres vestidos con los trajes tradicionales de Arabia Saudí. Casi todos como esfinges, imperturbables ante los ritmos repetitivos del jabeti, agal o el mosmar, tres de las danzas que interpretó el grupo folclórico.

Talal, un palestino de 42 años, que asistió acompañado de su mujer y su hija pequeña, no pudo reprimir un cimbreo, acompañado de palmas, cuando los músicos se sentaron en el suelo' y comenzaron uno de los temas. "Es una canción que habla de mujeres bellísimas que viven en el valle de Wadil Zakif y, como los ciervos que moran allí, tienen los cuellos largos y los ojos almendrados y profundos", traduce Talal. Este farmacéutico. asegura que lo que le llevó al concierto fue el "amor propio": "Es verdad que todos somos árabes, pero yo soy palestino y todavía no había tenido la oportunidad de acercarme a la cultura saudí", explica.Primera Semana Cultural de Arabia Saudí. Actuaciones del grupo folclórico: hoy, 18.00, plaza de España. Viernes, 18.30, plaza Mayor. Más información: 326 26 10. Gratis.

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