Editorial:

Pacto de la carretera

TRAS SIETE años de reducción del número de accidentes de tráfico, el alto grado de siniestralidad registrado este verano parece anunciar una inversión de la tendencia. De hecho, con las cerca de 500 víctimas mortales del último mes, el número de muertos en lo que va de año es ya de 2.714: un centenar más que el año pasado.En 1989 se produjeron más de 6.000 víctimas mortales (y más de 9.000 si se cuentan los heridos fallecidos en los 30 días siguientes al del accidente). La cifra descendió año tras año hasta las 3.998 contabilizadas en 1996: un ahorro de 2.200 vidas humanas, con una disminución...

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TRAS SIETE años de reducción del número de accidentes de tráfico, el alto grado de siniestralidad registrado este verano parece anunciar una inversión de la tendencia. De hecho, con las cerca de 500 víctimas mortales del último mes, el número de muertos en lo que va de año es ya de 2.714: un centenar más que el año pasado.En 1989 se produjeron más de 6.000 víctimas mortales (y más de 9.000 si se cuentan los heridos fallecidos en los 30 días siguientes al del accidente). La cifra descendió año tras año hasta las 3.998 contabilizadas en 1996: un ahorro de 2.200 vidas humanas, con una disminución de la sangría de casi el 40%. Las causas de ese descenso fueron varias, pero los expertos reconocen que la principal fue la mejora de la red viaria. Otros motivos señalados son la modernización del parque automovilístico y la mayor prudencia de los conductores, resultante del aumento de las sanciones y de las campañas de concienciación, de fuerte impacto emocional.

Seguramente es pronto para saber a qué se debe que la tendencia se haya invertido. Los responsables han adelantado algunas explicaciones más o menos circunstanciales: el aumento del número de vehículos (y de desplazamientos vacacionales) por la mejora de la situación económica, la concentración en agosto de los viajes estivales por el mal tiempo de julio... Además, parece ser que las hiperrealistas campañas disuasorias tienen ahora menos impacto, porque a todo se acostumbra uno.

Los socialistas han pedido la comparecencia parlamentaria de los responsables de Tráfico para explicar los motivos de este aumento del número de accidentes. Hace seis años, el Senado aprobó un informe con una serie de recomendaciones destinadas a mejorar la seguridad vial. Tal vez haya llegado el momento de evaluar el grado de cumplimiento de aquellas recomendaciones y de estudiar qué medidas complementarias podrían aplicarse ahora. El hecho de que se consiguiera invertir una tendencia que a fines de los ochenta parecía imparable muestra que las medidas para reforzar la seguridad no son inútiles. Es el momento de plantear un nuevo pacto entre la Administración y la sociedad contra los accidentes de tráfico.

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