El primer desengaño del toro

Los Centellas no llenaron el auditorio de San Sebastián con su canción de la luna

El toro enamorado buscaba anoche a su amada luna en el cielo de San Sebastián de los Reyes, pero estaba tan menguante,casi nueva, que no se la vio en toda la noche. Ella también se perdió la actuación de Los Centellas, el grupo de Utrera (Sevilla) que este verano está llamado a convertirse en estrella gracias a su célebre versión del clásico de los sesenta La luna y el toro. No fue la única que faltó. San Sebastián, población que estos días vibra con las fiestas del Cristo de los Remedios, que abarrota cada tarde las casetas del recinto ferial y que cada mañana acude en masa a sus céle...

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El toro enamorado buscaba anoche a su amada luna en el cielo de San Sebastián de los Reyes, pero estaba tan menguante,casi nueva, que no se la vio en toda la noche. Ella también se perdió la actuación de Los Centellas, el grupo de Utrera (Sevilla) que este verano está llamado a convertirse en estrella gracias a su célebre versión del clásico de los sesenta La luna y el toro. No fue la única que faltó. San Sebastián, población que estos días vibra con las fiestas del Cristo de los Remedios, que abarrota cada tarde las casetas del recinto ferial y que cada mañana acude en masa a sus célebres encierros, dio ayer la espalda al grupo del momento, posiblemente porque valía más de mil pesetas, y comenzaba una semana cargada de. grandes actuaciones (Rosario, Ella Baila Sola).El auditorio del parque de La Marina, un recinto preparado para albergar a varios miles de personas, apenas acogió a medio millar. Una desolación que no restó voluntad ni moral a ninguno de los cuatro miembros de Los Centellas. Al fin y al cabo era su primer pinchazo en un verano en el que están saliendo a casi gala por día.

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"Tengo 40 años y estába en el paro", confesaba momentos antes de la actuación Toni López, su vocalista. "Soy muy mal cantante, represento a la mayoría silenciosa que canta sólo en la ducha, así que aunque estoy disfrutando como un enano todo el éxito de este verano, también estoy preparado por si se pasa rápido". Sus palabras, pronunciadas cuando aún creía que su actuación iba a ser tan tumultuosa como viene siendo habitual, resultaban premonitorías pero no dejaban de ser toda una declaración de principios.

Los Centellas se toman todo a chufla, ésa es su grandeza, y se atreven a subvertir el mundo de la copla española sin siquiera variar una sola letra. Pero claro, no resulta muy de rigor presentar Bien paga como Canción triste de Gil Street, Francisco Alegre como Happy Francis o Tengo miedo, como A Have Afraid y decir que el arreglo es de Mark Knopfler. La gente se desternilla con las explicaciones del cantante y se lo pasa de lo lindo. El boca a boca, y el empujoncito del programa de Cadena 100 La jungla, ha puesto él resto.

"El éxito no es nuestro, ni mío", reconocía Toni, la voz de oro de Utrera, "es de la canción La luna y el toro que es hermosísima y la gente se cree que es nuestra aunque, tenga más de 30 años". Cuando la cantó, con una chaqueta preparada para la ocasión, negra y con bordados dorados del famoso toro de Veterano y medias lunas, fue el delirio. Cuando la incluyeron en su repertorio como una broma entre amiguetes hace apenas dos años nunca pensaron que llegaría a tanto.

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