ETA nombró a Antxon "único interlocutor válido" en Argel
Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, pidió al Gobierno español que trasladara desde Ecuador a Eugenio Etxebeste, Antxon, para que pudiera participar en nombre de ETA en las conversaciones que se iban a iniciar en Argel. El fallecido Txomin consideraba que Antxon era mejor teórico que él y el único capaz de analizar, sintetizar y exponer las posiciones de la banda terrorista.Antes de iniciarse las conversaciones, ETA había difundido el 1 de noviembre de 1988 un "nuevo emplazamiento" al Gobierno para la celebración de un encuentro entre sendas delegaciones "en el escenario argelino"...
Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, pidió al Gobierno español que trasladara desde Ecuador a Eugenio Etxebeste, Antxon, para que pudiera participar en nombre de ETA en las conversaciones que se iban a iniciar en Argel. El fallecido Txomin consideraba que Antxon era mejor teórico que él y el único capaz de analizar, sintetizar y exponer las posiciones de la banda terrorista.Antes de iniciarse las conversaciones, ETA había difundido el 1 de noviembre de 1988 un "nuevo emplazamiento" al Gobierno para la celebración de un encuentro entre sendas delegaciones "en el escenario argelino". En su comunicado, la organización terrorista, "ratifica su decisión, de designar a Antxon Etxebeste como único interlocutor válido", al tiempo que descalificaba los intentos de las autoridades españolas, franceses y del PNV de "designar unilaterlamente los representantes de ETA entre los refugiados presos en el Estado francés".
El proceso de negociación empezó en Argel el 8 de enero de 1989, tras anunciar ETA "una tregua unilateral de 15 días" a partir de esa fecha. Una semana después, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, viajaron a dicho país, donde Vera se entrevistó con Eugenio Etxebeste Antxon.
Durante los dos meses siguientes, Vera y Juan Manuel Eguiagaray -entonces delegado del Gobierno en Murcia- sostuvieron cinco reuniones con Etxebeste y trataron sobre los comunicados que ambas partes deberían hacer públicos. En la mesa negociadora estuvieron también los etarras Ignacio Arakama, Makario, y Belén González Peñalva.
El 27 de marzo ETA anunció una ampliación de la tregua con un comunicado de ocho puntos y un extenso prólogo que no había sido pactado previamente. Este prólogo causó tensión en el Gobierno, que decidió variar algunos términos de la declaración que haría pública posteriormente. Por su parte, ETA dio un ultimatum al Gobierno para que rectificase y, al no hacerlo, rompió las conversaciones el 4 de abril de 1989.