Tribuna:

Cortas vacaciones

El dinero quema en el bolsillo de los inversores. Cualquier conato de mejora del mercado es interpretado como la señal de la vuelta al trabajo. La corrección que ha sufrido el mercado de valores desde el máximo histórico del 7 de julio ha sido del 7% y, aunque los analistas contaban con un 10%, hay que aceptar que la Bolsa va más deprisa que las estrategias.Otra cuestión a tener en cuenta es el vencimiento de los contratos de futuros la próxima semana, lo que puede provocar movimientos en el mercado de contado y que, de hecho, explica el incremento en las aplicaciones de los últimos días. La c...

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El dinero quema en el bolsillo de los inversores. Cualquier conato de mejora del mercado es interpretado como la señal de la vuelta al trabajo. La corrección que ha sufrido el mercado de valores desde el máximo histórico del 7 de julio ha sido del 7% y, aunque los analistas contaban con un 10%, hay que aceptar que la Bolsa va más deprisa que las estrategias.Otra cuestión a tener en cuenta es el vencimiento de los contratos de futuros la próxima semana, lo que puede provocar movimientos en el mercado de contado y que, de hecho, explica el incremento en las aplicaciones de los últimos días. La contratación fue ayer de 93.633 millones de pesetas, de los que un 25% procedía de las aplicaciones, en especial sobre los bancos Popular y Santander.

Los mercados europeos también disfrutaron de una mejoría y el principal índice de la Bolsa de Londres, el FT-100, superó por primera vez en su historia los 5.000 puntos, justo cuando se da por supuesta una nueva subida de los tipos de interés hasta el 7%. El mercado secundario de deuda recuperó posiciones y la rentabilidad a 10 años bajó al 6,32%, seis centésimas menos que el día anterior.

Wall Street recuperó la senda alcista y lo hizo con cierta fuerza. El índice Dow Jones cerró con un avance de 71,77 puntos (0,88%), en 8.259,31.

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