Tribuna:

Tarde de nervios

La caída de la Bolsa de Nueva York provocó una reacción en cadena en los mercados de valores europeos, en los que los inversores se habían pasado la mañana sopesando los pros y los contras del momento bursátil. En cualquier caso, la precipitación con que se deshicieron posiciones confirmaba la hipótesis, al menos para el mercado español, de que se ha tocado techo y que a partir de ahora las cosas no van a ser tan fáciles.El nivel de 600 puntos en el índice general de Madrid logró aguantar el embite del papel gracias a un oportuno frenazo de Wall Street en su caída, pero los inversores, lejos d...

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La caída de la Bolsa de Nueva York provocó una reacción en cadena en los mercados de valores europeos, en los que los inversores se habían pasado la mañana sopesando los pros y los contras del momento bursátil. En cualquier caso, la precipitación con que se deshicieron posiciones confirmaba la hipótesis, al menos para el mercado español, de que se ha tocado techo y que a partir de ahora las cosas no van a ser tan fáciles.El nivel de 600 puntos en el índice general de Madrid logró aguantar el embite del papel gracias a un oportuno frenazo de Wall Street en su caída, pero los inversores, lejos de quedarse tranquilos, se preguntaban hasta dónde puede llegar la volatilidad del mercado. El Ibex 35 ha pasado en estas dos sesiones de rozar el nivel de los 7.200 puntos a caer por debajo de los 6.800, casi un 6% de descuento en unas pocas horas.

La contratación fue de 124.672 millones de pesetas, otra cifra alta, aunque hay que tener en cuenta que en la media hora del cómputo del precio del futuro se movieron casi 24.000 millones, y las aplicaciones ya superaban los 30.000 millones de pesetas por la mañana. Wall Street cerró con un severo recorte de 130,31 puntos (1,62%), en 7.890,46.

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