Chantaje nunca
Soy de Belfast, una ciudad que conoce bien el significado de la palabra terrorismo. He visto morir a amigos. He vivido la rutina diaria del miedo. He visto los "pequeños" crímenes que nunca llegan a los diarios nacionales -las pintadas, los autobuses quemados, las palizas, los tiros a la rodilla y un largo etcétera. He visto asesinatos, linchamientos, bombas y me he sentido tan afectada por una muerte como por la de Miguel Ángel Blanco. Nunca me podía haber imaginado que una muerte afectara tanto a un pueblo entero. Nunca me podía haber pensado que el silencio hablara tanto. El poder del s...
Soy de Belfast, una ciudad que conoce bien el significado de la palabra terrorismo. He visto morir a amigos. He vivido la rutina diaria del miedo. He visto los "pequeños" crímenes que nunca llegan a los diarios nacionales -las pintadas, los autobuses quemados, las palizas, los tiros a la rodilla y un largo etcétera. He visto asesinatos, linchamientos, bombas y me he sentido tan afectada por una muerte como por la de Miguel Ángel Blanco. Nunca me podía haber imaginado que una muerte afectara tanto a un pueblo entero. Nunca me podía haber pensado que el silencio hablara tanto. El poder del silencio este fin de semana fue inmenso. Pero había dos silencios.El enorme silencio de las manifestaciones de Bilbao y el resto de España el silencio de un país entero. Un silencio que suplicaba la libertad de un hombre del pueblo. Un silencio que no fue escuchado. Pero el silencio que sí fue escuchado fue el silencio de HB.
Con su silencio condenaron a muerte a Miguel Ángel Blanco. Después de las manifestaciones de dolor y odio, el pueblo volvió a manifestarse en silencio. Esta vez el silencio está gritando. Grita "¡Basta Ya!" a ETA. Grita "¡Basta Ya" a HB. Con este silencio el país está al lado de la familia Blanco, compartiendo su dolor y convirtiendo este dolor en una esperanza de futuro. Este silencio gana el respeto de todo el mundo y nos da una lección en solidaridad a todos. Escuché el silencio del sábado pasado y encontré la manera de contestar a mi hija de ocho años cuando me preguntó: "¿Qué significa el lazo azul?".-