NECROLÓGICAS

Jesús Hernández Perera, catedrático de Historia del Arte

Jesús Hernández Perera, que falleció anteayer en Madrid, a los 73 años, fue para los estudiantes de la Universidad de La Laguna, de la que fue catedrático de Historia del Arte, un rector no sólo magnífico, sino sobre todo memorable, Dirigió esta universidad insular entre 1968 y 1972, en plena revuelta estudiantil, y mantuvo -como hizo su antecesor, el prestigioso químico Antonio González- la dignidad e independencia de la institución universitaria frente al acoso policial de la dictadura de entonces.Nacido en La Orotava (Tenerife), en 1924, se formó en Madrid, de cuya Universidad Complutense f...

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Jesús Hernández Perera, que falleció anteayer en Madrid, a los 73 años, fue para los estudiantes de la Universidad de La Laguna, de la que fue catedrático de Historia del Arte, un rector no sólo magnífico, sino sobre todo memorable, Dirigió esta universidad insular entre 1968 y 1972, en plena revuelta estudiantil, y mantuvo -como hizo su antecesor, el prestigioso químico Antonio González- la dignidad e independencia de la institución universitaria frente al acoso policial de la dictadura de entonces.Nacido en La Orotava (Tenerife), en 1924, se formó en Madrid, de cuya Universidad Complutense fue catedrático desde 1960. Fue un maestro de veras, en su manera de enseñar y en su respeto por el alumnado; creó el Departamento de Arte de la Universidad lagunera, y se llevó consigo, cuando asumió el destino de Madrid, algunos de sus más importantes discípulos, entre ellos Carlos Pérez Reyes, que ahora es vicerrector de la propia Complutense; llegó a asimilarse tanto el profesor Pérez Reyes a don Jesús -sus discípulos le llamaban don Jesús, pero luego siempre le llamaron "el rector"-, que imitaba a la perfección el estilo peculiar de la voz y de la docencia de su maestro para regocijo de éste y de sus compañeros. En aquella universidad de bolsillo que era entonces la Universidad de La Laguna, Hernández Perera hizo una gran labor (le captación de nuevos profesores, abrió él centro a otras enseñanzas, sobre todo en el ámbito de las Letras, y consolidó la imagen de esta universidad como un lugar abierto también a la relación con la sociedad insular. Entre otros potenció, en tiempos no del todo propicios, los estudios de Periodismo que había impulsado su antecesor.

Era un concienzudo y exigente historiador del Arte, al que se enfrentó con un espíritu comprensivo de las nuevas tendencias; dedicó mucho de su tiempo de investigador al estudio del origen Y al desarrollo del arte en Canarias y escribió más de un centenar de libros sobre su especialidad. Estaba casado con la profesora de Filosofía, María Josefa Cordero, que también ayudó a impulsar -con profesores como Emilio Lledó, Javier Muguerza y José Luis Escohotado- los estudios de Letras en La Laguna y, en especial, la enseñanza y el debate filosóficos.

Jesús Hernández Perera fue Premio Menéndez Pelayo en 1956 y Premio Canarias en 1994. Fue un catedrático serio e incluso solemne, pues se tomaba con mucho rigor su profesión docente; sobre todo, los estudiantes apreciaron de él, como maestro, su dedicación exclusiva y, como rector, su defensa serena y digna de la libertad universitaria.-

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