Tribuna:

Meinke

Un homenaje a la alemana, con doce discursos cuyo contenido se merecía con creces Hans Meinke, el director, hasta ahora, del Círculo de Lectores y uno de los hombres que más han hecho por la cultura española; pero cuya duración fue una especie de prueba de fuego que a los españoles impusieron los alemanes. Cuando, en el mundo editorial, se dice "Ios alemanes", se hace referencia al grupo Bertelsman. Bueno pues los alemanes jubilan a sus directivos a los sesenta años, y con Meinke han cumplido a rajatabla la norma.El homenaje se celebró en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, y estaba, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un homenaje a la alemana, con doce discursos cuyo contenido se merecía con creces Hans Meinke, el director, hasta ahora, del Círculo de Lectores y uno de los hombres que más han hecho por la cultura española; pero cuya duración fue una especie de prueba de fuego que a los españoles impusieron los alemanes. Cuando, en el mundo editorial, se dice "Ios alemanes", se hace referencia al grupo Bertelsman. Bueno pues los alemanes jubilan a sus directivos a los sesenta años, y con Meinke han cumplido a rajatabla la norma.El homenaje se celebró en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, y estaba, como diría un cronista de sociedad, toda Barcelona y medio Madrid. Tratándose de un museo, estaba prohibido fumar, y no era por culpa de una exigencia demasiado germánica, como algunos decían. Capitaneadas por Santiago Carrillo, que decía, "una cena sin tabaco no es una cena", salimos a la calle las turbas contaminadoras. Los discursos, buenos, especialmente el de don Pedro Laín Entralgo, que hizo un elogio a Barcelona recordando aquello del Quijote cuando se encuentra en una de las calles de la ciudad el cartel de "Aquí se imprimen libros"; y dijo que Meinke ha dedicado su actividad a revindicar la dignidad de la letra impresa y a sembrar libros para cosechar voluntades.

Además del alcalde Maragall, hablaron tantos comensales que esto me hizo recordar aquello del cristiano condenado por Nerón a las fieras que se salvó porque les dijo a los leones: "Señores leones, ustedes me comerán, pero luego tendrán que pronunciar unas palabras"... Pero tanto los alemanes como los españoles estaban encantados de rendir el homenaje a Meinke. Los primeros le llamaban "Doktor", y los segundos, "amigo Hans". Y los alemanes aprendieron el "abrazo con redoble de espaldas", que en su tierra no se estila. Todos quieren a este alemán nacido en Mallorca, enamorado de nuestra cultura, persona cordial que ahora, al jubilarse de la gran obra de su vida, seguirá entre nosotros su infatigable vocación de editor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En