Cartas al director

El vino, por los suelos

Después de haber disfrutado de unas vacaciones en París y alrededores, llegamos mi esposa y yo a la Estación Sur de Autobuses de Madrid. Al igual que muchos viajeros, depositamos en consigna nuestros equipajes, entre los que se encontraba un estuche de cartón con tres botellas de vino del Loira, que habían llegado sanas y salvas tras varios cambios de autobuses y muchos kilómetros.Cuando fuimos a recoger nuestros enseres, el torpe de turno se dejó caer las botellas, dando un estupendo buqué a la zona, unos cristales rotos y un "lo siento".

Hicimos la reclamación pertinente, de la que no...

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Después de haber disfrutado de unas vacaciones en París y alrededores, llegamos mi esposa y yo a la Estación Sur de Autobuses de Madrid. Al igual que muchos viajeros, depositamos en consigna nuestros equipajes, entre los que se encontraba un estuche de cartón con tres botellas de vino del Loira, que habían llegado sanas y salvas tras varios cambios de autobuses y muchos kilómetros.Cuando fuimos a recoger nuestros enseres, el torpe de turno se dejó caer las botellas, dando un estupendo buqué a la zona, unos cristales rotos y un "lo siento".

Hicimos la reclamación pertinente, de la que no obtuvimos respuesta hasta seis meses después. En ella se me comunica que como no se han tratado mal los objetos, y no se puede averiguar la intención del operario, ellos no tienen ninguna responsabilidad. No me extraña que sigamos como siempre, con el atropello, la burla y la desidia merodeando por nuestra vida cotidiana-,

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