La OTAN, hoy
Terminada la amenaza soviética, se acabó la justificación de la OTAN. Sin embargo, los Gobiernos insisten en aumentar su tamaño y poder intentar persuadir a los países del Este de que OTAN y democracia van juntos, sin mencionar para nada el coste que ello implica en gastos militares y armamento de destrucción masiva que se compra a los países dominantes de la organización (EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania...). Los países imperialistas presionan continuamente para aumentar los gastos militares.La experiencia de la OTAN en Bosnia-Herzegovina ha transformado el sentido de su existencia. Ha p...
Terminada la amenaza soviética, se acabó la justificación de la OTAN. Sin embargo, los Gobiernos insisten en aumentar su tamaño y poder intentar persuadir a los países del Este de que OTAN y democracia van juntos, sin mencionar para nada el coste que ello implica en gastos militares y armamento de destrucción masiva que se compra a los países dominantes de la organización (EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania...). Los países imperialistas presionan continuamente para aumentar los gastos militares.La experiencia de la OTAN en Bosnia-Herzegovina ha transformado el sentido de su existencia. Ha pasado de ser, en teoría, un club defensivo a tener un enfoque intervencionista y ofensivo, controlador férreo de la política interna y externa de los países menos poderosos. Para el colectivo No Violencia y Educación, la OTAN sigue siendo lo que siempre ha sido: una estructura militar que intenta conseguir objetivos políticos mediante instrumentos violentos, sin preocuparse de buscar las causas de los problemas para intentar solucionarlos con instrumentos que satisfagan a todas las partes.
Quieren presentarnos a la OTAN como un factor de estabilidad; pero no se preocupan de solucionar los problemas que originan conflictos. En su lugar, los políticos permanecen contemplando los conflictos sin actuar hasta que estallan.
Se nos presenta la OTAN como una forma de unidad europea, a la vez que dos de sus países miembros (Grecia y Turquía) están enfrentados mutuamente por una guerra xenófoba. Curiosamente, ninguno de los dos países reconoce la objeción de conciencia. Se gastan nuestro dinero en material militar con el pretexto de imponer la paz como si la paz se pudiera imponer por las armas, por obligación. Mientras tanto, se persigue y encarcela (en algunos países, en condiciones peligrosas) a quienes trabajan en defensa de los derechos sociales sin utilizar las armas. Los movimientos de objeción de conciencia y deserción son perseguidos con penas mayores que las que se imponen. a los criminales.
Algunos grupos del Estado español, en coordinación con otros grupos no violentos europeos, estamos dispuestos a no colaborar en forma alguna con las instituciones militares, a exigir la abolición de la OTAN y de las fuerzas armadas a, la vez que potenciamos el desarrollo de una sociedad que crezca profundizando en la utilización de recursos no violentos.- . Colectivo No Violencia y Educación. .