Almunia será el portavoz del PSOE

Hay que fijar la foto de Joaquín Almunia entre los ciudadanos y en todo el PSOE. Éste es el objetivo de la nueva dirección y poco a poco se irá plasmando tanto en la práctica como en los documentos internos. Almunia será el portavoz del partido, según quedará escrito en el reglamento que ahora se está elaborando y que diseñará las funciones de cada miembro de la ejecutiva. Su voz no saldrá sólo del partido, también protagonizará los principales debates parlamentarios. La nueva dirección está también a la espera de si Alfonso Guerra acepta dirigir la Fundación Pablo Iglesias. Sus allegados aseg...

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Hay que fijar la foto de Joaquín Almunia entre los ciudadanos y en todo el PSOE. Éste es el objetivo de la nueva dirección y poco a poco se irá plasmando tanto en la práctica como en los documentos internos. Almunia será el portavoz del partido, según quedará escrito en el reglamento que ahora se está elaborando y que diseñará las funciones de cada miembro de la ejecutiva. Su voz no saldrá sólo del partido, también protagonizará los principales debates parlamentarios. La nueva dirección está también a la espera de si Alfonso Guerra acepta dirigir la Fundación Pablo Iglesias. Sus allegados aseguran que aceptará.

Aunque ya casi nadie tiene dudas de que el 34º Congreso del PSOE ha elegido con todas las consecuencias a Joaquín Almunia como secretario general y que en este nombramiento no hay atisbo alguno de transitoriedad, poco a poco la solidez del sustituto de Felipe González se irá apreciando. Dentro de diez días estará listo el reglamento interno en el que se espeificarán las funciones de cada miembro de la ejecutiva. Habrá sustanciales cambios respecto a la anterior, pero uno va a ser llamativo: la portavocía pasa de la Secretaría de Organización a la Secretaría General. Los técnicos que trabajan en el reglamento aseguran que la decisión ha sido tomada por acuerdo entre Cipriá Ciscar, secretario de Organización, y Almunia. La labor del ex ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, elegido secretario de relaciones con los Medios, estará destinada a la creación de la política de comunicación del partido y al contacto con todas las instancias de las empresas periodísticas.Nadie pondrá objeciones a que Almunia sea el portavoz, ya que tiene el apoyo absoluto de la ejecutiva -la mayoría de ellos son amigos personales, como el propio Rubalcaba-. El objetivo marcado hará que las comparecencias públicas del nuevo - secretario general sean. muy frecuentes. El ámbito parlamentario tampoco lo descuidará, a pesar de que en septiembre dejará formalmente la portavocía. Almunia protagonizará los principales debates en el Congreso, por lo que, a dos meses vista, la mayoría de los interlocutores del PSOE consultados no ven muy factible que el puesto de portavoz lo vaya a ocupar alguien de primera fila.

Este lunes se reunirán por segunda vez los 33 miembros de la nueva ejecutiva federal. Todavía no tendrán sus funciones muy determinadas; esa tarea se queda para la tercera reunión de la cúpula socialista. En el reglamento que se está preparando, sin embargo, figura para el secretario de Organización la tarea de dirigir y coordinar las campanas electorales del partido, cosa que ya realizó Ciscar para lo comicios del 3 de marzo de 1996.

La nueva dirección socialista está asimismo a la espera de que el ex vicesecretario general, Alfonso Guerra, dé su conformidad a la propuesta que le ha hecho Joaquín Almunia para dirigir la Fundación Pablo Iglesias. Guerra ha preguntado a sus afines cuál era su opinión y nadie ha dudado en recomendarle que acepte la propuesta. Según estas fuentes, dirá sí y lo comunicará en breve.

Miembros de la actual ejecutiva aseguran que tienen todo el "dispositivo" preparado para que cuando Guerra acepte presidir la Fundación Pablo Iglesias esté preparada para recibirle en lo que se refiere a medios materiales. Ante la certidumbre de que dará su conformidad de un momento a otro, la nueva dirección da por descontado que el equipo de confianza que Guerra ha mantenido con él durante muchos años en la vicesecretaría también se trasladará a la Pablo Iglesias, empezando por su mano derecha, Rafael Delgado.

En, sus conversaciones con Joaquín Almunia y con Cipriá Ciscar, Guerra no manifestó ningún deseo de orden material, y es intención de la ejecutiva que ni tenga que plantearlo. Se le dejará el mismo status que tenía hasta ahora.

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