SUPERTRAMP, CELTIÑA

Un recinto con capacidad para 20.000 personas, en la playa de Samil, saludará como "marco incomparable" a Supertramp, que el lunes comienza en Vigo su gira española con la impronta del retorno. El concierto, patrocinado por la Zona Franca como broche de los actos conmemorativos de su 50º aniversario, añade por este motivo el gancho del bajo precio de las entradas (2.000 pesetas) y bien podría convertirse, si el tiempo no lo impide, en el más multitudinario de cuantos protagonice la banda en Europa. Pero nada de eso parece preocupar a sus componentes, que, sin embargo, sí han expresado un vivo ...

Un recinto con capacidad para 20.000 personas, en la playa de Samil, saludará como "marco incomparable" a Supertramp, que el lunes comienza en Vigo su gira española con la impronta del retorno. El concierto, patrocinado por la Zona Franca como broche de los actos conmemorativos de su 50º aniversario, añade por este motivo el gancho del bajo precio de las entradas (2.000 pesetas) y bien podría convertirse, si el tiempo no lo impide, en el más multitudinario de cuantos protagonice la banda en Europa. Pero nada de eso parece preocupar a sus componentes, que, sin embargo, sí han expresado un vivo interés por presenciar otro espectáculo de lleno seguro: el partido del Celta, en peligro de descenso, frente al Real Madrid de Raúl, Hierro, Suker y demás, ya campeón de Liga. Nadie sospechaba esa debilidad futbolera de Supertramp y, menos, que apostaran por la victoria del equipo vigués, ya que "nosotros también somos célticos". El título de su álbum de reaparición, Some things never change, retrata la frecuente coyuntura deportiva del Celta, que un año más, porque hay cosas que nunca cambian, no está claro si conseguirá mantenerse en Primera División.-