Cartas al director

Cardenal

Yo estoy por la libertad de opinión y por el derecho a proponer el cambio de las leyes. Pero no hay nada más incongruente ni inmoral que proponer -y aceptar- como defensor de las leyes a quien no sólo no cree en ellas, sino que las considera nocivas. Pero España, como dijera Dostoievski, es por excelencia la tierra de los inquisidores ateos: de ahí que se haya nombrado para defender la Constitución y las leyes a quien pública y oficialmente -en sus documentos como fiscal- sostiene que éstas amparan inmoralidades y porquerías como el divorcio y la anticoncepción. El Gobierno del PP se defiende ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Yo estoy por la libertad de opinión y por el derecho a proponer el cambio de las leyes. Pero no hay nada más incongruente ni inmoral que proponer -y aceptar- como defensor de las leyes a quien no sólo no cree en ellas, sino que las considera nocivas. Pero España, como dijera Dostoievski, es por excelencia la tierra de los inquisidores ateos: de ahí que se haya nombrado para defender la Constitución y las leyes a quien pública y oficialmente -en sus documentos como fiscal- sostiene que éstas amparan inmoralidades y porquerías como el divorcio y la anticoncepción. El Gobierno del PP se defiende diciendo que ya el PSOE le nombró como fiscal, si no del Estado, sí del País Vasco. Con lo cual se confirma que el PP se parece demasiado al PSOE. Por eso, el nuevo fiscal del Estado ha podido acoger su nombramiento con un irónico "¡Viva la libertad!", que, así entendida, no es incongruente con su convicción -expresada por escrito- de que "el clima de pluralismo sólo beneficia a los extremos viciosos". Porque ese "pluralismo" de irracionalidad, de anteponer intereses y amiguismos al lógico y debido respeto a la Administración de justicia y del Estado, es lo único que explica ese escandaloso nombramiento.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En