Para que 'La Farola' continúe iluminandonos
Esta tarde, mi padre ha traído a casa La Farola (el periódico de los sin techo y sin empleo). Al principio, al verlo, no pensé en leerlo; no por nada en especial, simplemente no tenía tiempo, estaba demasiado ocupada en mis propios problemas y pensando en lo dura que es la vida del estudiante, los exámenes que me quedan, si haré selectividad en junio... Fue entonces cuando mi padre me animó a leerlo y me explicó que de las 200 pesetas que cuesta, 150 son para el vendedor y 50 para la fabricación del periódico. Me pareció una idea original, y decidí dedicarle unos minutos de mi valioso t...
Esta tarde, mi padre ha traído a casa La Farola (el periódico de los sin techo y sin empleo). Al principio, al verlo, no pensé en leerlo; no por nada en especial, simplemente no tenía tiempo, estaba demasiado ocupada en mis propios problemas y pensando en lo dura que es la vida del estudiante, los exámenes que me quedan, si haré selectividad en junio... Fue entonces cuando mi padre me animó a leerlo y me explicó que de las 200 pesetas que cuesta, 150 son para el vendedor y 50 para la fabricación del periódico. Me pareció una idea original, y decidí dedicarle unos minutos de mi valioso tiempo. Ahora, después- de leerlo, mis problemas me parecen ridículos y por primera vez en todo el curso de COU doy gracias por poder estar estudiando.Gracias a este periódico estudio con más alegría que nunca, y ya no sólo para tener trabajo el día de mañana y poder vivir sin tener que depender de mis padres. Ahora estudio para poder pagar a la sociedad el dinero que está invirtiendo en mí y el día de mañana poder ayudar a estas personas con algo más de 200 pesetas. Gracias a La Farola por iluminarme.-