La derecha francesa teme la desmovilización de sus votantes

La derecha francesa teme que un exceso de confianza en el triunfo provoque la desmovilización de sus votantes. La impresión de que la coalición presidencial tiene asegurada la victoria, por un lado, y la frustración del electorado conservador ante la gestión gubernamental de los últimos años, por otro, podrían llevar a una importante abstención y a un alto porcentaje de voto de protesta en la primera vuelta, el domingo próximo.La posibilidad de que un exceso de confianza impida, o reduzca al mínimo, un triunfo que está al alcance de la mano, es lo que más preocupa al presidente Jacques ...

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La derecha francesa teme que un exceso de confianza en el triunfo provoque la desmovilización de sus votantes. La impresión de que la coalición presidencial tiene asegurada la victoria, por un lado, y la frustración del electorado conservador ante la gestión gubernamental de los últimos años, por otro, podrían llevar a una importante abstención y a un alto porcentaje de voto de protesta en la primera vuelta, el domingo próximo.La posibilidad de que un exceso de confianza impida, o reduzca al mínimo, un triunfo que está al alcance de la mano, es lo que más preocupa al presidente Jacques Chirac y al jefe de su coalición, Alain Juppé.

Esa es la explicación del intenso debate sobre la cohabitación abierto el martes por el propio Chirac en un breve discurso televisado y mantenido ayer desde ambos bandos. "Chirac quiso meter el miedo en el cuerpo a sus electores, para que no se descuidaran", indicó una fuente próxima a la campaña socialista. Los sondeos -cuya publicación está prohibida- mantienen el pronóstico de una victoria más o menos holgada de la coalición presidencial, pero estiman que un tercio del censo no se ha decidido aún y que el voto conservador es poco entusiasta.

El riesgo de una derrota (o una victoria demasiado estrecha) es lo que intentaron conjurar Chirac y Juppé con sus dramáticas declaraciones del martes acerca de los problemas europeos que causaría la presencia de "dos voces disonantes" al frente de Francia.

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