Lendoiro se queda sin españoles

A este ritmo, el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, acabará trasladando a La Coruña el gigantesco estadio de Maracaná y la misma playa de Copacabana. Desde el éxito que le supuso hace cinco años la contratación de Bebeto y Mauro Silva, cada paso de Lendoiro se dirige inevitablemente a Brasil.De allí procede el primer fichaje para la próxima campaña, Luizao, un futbolista que presenta la ventaja de que es hijo de un italiano y en pocos días podrá hacerse con un pasaporte de esa nacionalidad, lo que le permitirá no ocupar plaza de extranjero. En la misma situación que Luizao se en...

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A este ritmo, el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro, acabará trasladando a La Coruña el gigantesco estadio de Maracaná y la misma playa de Copacabana. Desde el éxito que le supuso hace cinco años la contratación de Bebeto y Mauro Silva, cada paso de Lendoiro se dirige inevitablemente a Brasil.De allí procede el primer fichaje para la próxima campaña, Luizao, un futbolista que presenta la ventaja de que es hijo de un italiano y en pocos días podrá hacerse con un pasaporte de esa nacionalidad, lo que le permitirá no ocupar plaza de extranjero. En la misma situación que Luizao se encuentran otros dos jugadores del Deportivo de origen brasileño, Donato y Mauro Silva, ambos nacionalizados españoles, aunque el segundo siga jugando con la selección de su país. Junto a Renaldo, Rivaldo y Flavio Conceiçao, extranjeros a todos los efectos, y al entrenador Carlos Alberto Silva, son siete los brasileños de la plantilla del equipo blanquiazul, que tiene también tres franceses, dos portugueses, un marroquí, un camerunés y un checo.

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En el acuerdo para el fichaje de Luizao alcanzado con Parmalat, una multinacional italiana de productos lácteos muy introducida en el mercado de jugadores en Brasil, también se otorga al Deportivo un derecho de tanteo sobre el centrocampista del Palmeiras Djalminha, uno de los más recientes y prometedores hallazgos del fútbol de su país. Pero el fichaje se ha descartado de momento porque su elevado precio (unos 1.500 millones) resultaría en las circunstancias actuales excesivamente oneroso para la economía del club.

El Deportivo tiene previsto contratar a tres o cuatro jugadores más, contando siempre con la opinión de Silva. Tras la marcha de Djukic, Lendoiro da preferencia a la búsqueda de un defensa central. Todo apunta a que no habrá más incursiones en Brasil durante las próximas semanas y que el club gallego se dedicará a explorar los mercados europeos, especialmente el portugués. De los españoles, el Deportivo parece haberse olvidado para bastante tiempo. Entre los numerosos nombres que se han podido escuchar recientemente en los mentideros coruñeses, apenas sonó el de un nacional, Oli, que acaba de fichar por el Betis. En este sentido, Javier Clemente, el seleccionador español, manifestó que lamentaba la postura de Lendoiro de contratar foráneos: "A este paso todos serán de fuera. Me sorprende que Lendoiro sea del PP y que fiche tanto extranjero".

Para la próxima temporada ya no resulta descabellado imaginar un Deportivo con once futbolistas extranjeros, incluyendo a comunitarios y asimilados. De hecho, los pocos españoles que quedan en la plantilla no confían en jugar, y tres de ellos (Manjarín, Paco y Alfredo) han expresado su deseo de marcharse. Sin embargo, en el caso de los dos primeros, como en el de Fran -quien, sin decirlo abiertamente, ha ofrecido síntomas de que tampoco ve muy claro el futuro en el equipo de toda su vida- el club advierte que tienen contrato en vigor y no está dispuesto a venderlos. En cambio, parece seguro el traspaso o cesión de los jóvenes David y Viqueira. Armando es el único español con un puesto más o menos fijo en el equipo.

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