Una oportunidad

M. A. R. llegó a España en 1988 desde Colombia con varios kilos de droga. Fue detenida y condenada a ocho años de cárcel. Dos años después de su ingreso en la prisión de Yeserías, y dado su buen comportamiento, le fue concedida la libertad condicional. La juez de vigilancia penitenciaria y la educadora de la prisión lograron que el Ministerio de Trabajo le otorgase un permiso de trabajo de cuatro años. Comenzó a trabajar en una asesoría laboral.En 1994, la condenada debía regresar a su país de origen, pero se quedó. Consiguió que le renovasen el contratro y así ha seguido hasta ahora. Sin emba...

M. A. R. llegó a España en 1988 desde Colombia con varios kilos de droga. Fue detenida y condenada a ocho años de cárcel. Dos años después de su ingreso en la prisión de Yeserías, y dado su buen comportamiento, le fue concedida la libertad condicional. La juez de vigilancia penitenciaria y la educadora de la prisión lograron que el Ministerio de Trabajo le otorgase un permiso de trabajo de cuatro años. Comenzó a trabajar en una asesoría laboral.En 1994, la condenada debía regresar a su país de origen, pero se quedó. Consiguió que le renovasen el contratro y así ha seguido hasta ahora. Sin embargo, cuando intentó legalizar su situación en España, las autoridades se negaron: M. A. R. tenía antecedentes penales, y hasta que éstos no prescribiesen no podría optar ni a la nacionalidad española ni obtener un permiso de trabajo definitivo.

Esta mujer colombiana, de 39 años, creía estar ante una injusticia. "No era lógico que si yo estaba trabajando en España, me había integrado en la sociedad y había rehecho mi vida, no pudiera redimir mi pena porque estaba en libertad condicional. Era totalmente injusto, y por eso recurrí ante la Audiencia. Estoy muy contenta por mí y por las personas que, como yo, tendrán ahora esta oportunidad", dice.