Pinza

Quizá sean éstas demasiadas sutilezas para un hombre ofuscado por la santa ira, para alguien que, falto hasta el momento de toda ocasión de contaminarse con el ejercicio del poder y lleno de rencor contra los que últimamente se mancharon ejerciéndolo, se ha convertido en el nuevo purísimo y fanático Savanarola de la izquierda.En efecto, tiene derecho a votar a quien le dé la gana, pero quizá no se haya dado cuenta Julio Anguita de que, con las riendas del BOE de nuevo en manos de los de siempre y colocados como ahora están unos cuantos funcionarios de uno de los poderes del Estado, el judicial...

Quizá sean éstas demasiadas sutilezas para un hombre ofuscado por la santa ira, para alguien que, falto hasta el momento de toda ocasión de contaminarse con el ejercicio del poder y lleno de rencor contra los que últimamente se mancharon ejerciéndolo, se ha convertido en el nuevo purísimo y fanático Savanarola de la izquierda.En efecto, tiene derecho a votar a quien le dé la gana, pero quizá no se haya dado cuenta Julio Anguita de que, con las riendas del BOE de nuevo en manos de los de siempre y colocados como ahora están unos cuantos funcionarios de uno de los poderes del Estado, el judicial, en ciertos puestos estratégicos, lo que él ha hecho al votar como ha votado ha sido contribuir a que no vuelva a ser necesario recurrir por aquí al caballo de Pavía, porque, sin alternativa de opinión, no volverá a haber en este país alternativa de Gobierno.

Es decir, al votar como ha votado contra la alternativa de opinión, al hacer la pinza que esta vez ha hecho con la emisora de la Conferencia Episcopal y otros medios de la derecha pura y dura contra PRISA, el líder de una supuesta izquierda puede haber contribuido decisivamente a que en nuestro país se eternice la derecha en el poder.-