NECROLÓGICAS

Bo Widerberg escritor y director de cine sueco

El pasado jueves murió, a. los 66 años, en el hospital Angeholm de Estocolmo, el realizador sueco Bo Widerberg. Nacido en Malmöe en 1930, rueda 13 largometrajes a lo largo de casi 35 años de vida profesional, que le convierten en uno de los mejores y más conocidos directores suecos.Después de publicar varias novelas, Widerberg se dedica a la crítica cinematográfica y escribe el polémico ensayo Visión del cine sueco (1962), donde denuncia la mala situación de la industria cinematográfica nacional y el excesivo monopolio ejercido por el gran director Igmar Bergman. Con la ayuda del direc...

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El pasado jueves murió, a. los 66 años, en el hospital Angeholm de Estocolmo, el realizador sueco Bo Widerberg. Nacido en Malmöe en 1930, rueda 13 largometrajes a lo largo de casi 35 años de vida profesional, que le convierten en uno de los mejores y más conocidos directores suecos.Después de publicar varias novelas, Widerberg se dedica a la crítica cinematográfica y escribe el polémico ensayo Visión del cine sueco (1962), donde denuncia la mala situación de la industria cinematográfica nacional y el excesivo monopolio ejercido por el gran director Igmar Bergman. Con la ayuda del director de fotografía Jan Troell, más tarde también conocido realizador, pone en práctica sus teorías cine matográficas con su primera pe lícula Cochecito de niño (1962). Widerberg prosigue su personal exposición de los problemas de su generación en la trilogía integrada por El barrio del cuervo (1963), evocación del barrio obrero de Malmöe a través del personaje autobiográfico de un adolescente que quiere ser escritor, Amor 65 (1965), erótica historia de amor entre jóvenes, y El terrible Roland (1966).,

Se da a conocer internacionalmente gracias al éxito de Elvira Madigan (1967), sobre los románticos y trágicos amores entre un teniente y una trapecista a finales del siglo XIX; Adalen 31 (1968), eficaz reconstrucción de una dura huelga ocurrida en la ciudad de Adalen en 1931, y Joe Hill (1971), que narra la historia de un emigrante sueco en Estados Unidos a principios de siglo. La buena aceptación de esta trilogía, protagonizada por su actor favorito Thomas Berggen, le hace perder varios años intentando hacer una película norteamericana.

Cuando Bo Widerberg vuelve a trabajar, su cine ha perdido gran parte de su fuerza. Tal como demuestra Fimpen (1974), sátira del mundo del fútbol, Un hombre en el tejado (1976), tosco policiaco, y Victoria (1979), Irregular adaptación de la novela de Knut Hamsum.

Después de casi 10 años de silencio, hace uno de sus mejores trabajos con La belleza de las cosas (1996), que narra las relaciones eróticas entre una maestra y uno de sus jóvenes alumnos, encarnado por su hijo Johan Widerberg. Ganadora de varios premios internacionales, supone su, retorno a sus más característicos temas amorosos, una obra de gran interés que está a punto de estrenarse en España.-

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