Tribuna:

Atmósfera

Se quejan los obispos de que se hable de nuevas formas de organización familiar porque para ellos sólo existe la familia cristiana y, si acaso, la comunidad religiosa, que, les guste o no, es una unión de hecho reconocida por la ley. Imagínense cómo se pondrían, con razón, si se prohibieran las congregaciones, que constituyen el hogar de los curas y las monjas: lo dicen ellos y no vamos a llevarles la contraria. Yo tenía un pariente ecuestre y soltero cuya única familia eran los caballos y el Ejército, por ese orden. Fue feliz con unos y con otros y jamás tuvo roces con su capellán.La familia,...

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Se quejan los obispos de que se hable de nuevas formas de organización familiar porque para ellos sólo existe la familia cristiana y, si acaso, la comunidad religiosa, que, les guste o no, es una unión de hecho reconocida por la ley. Imagínense cómo se pondrían, con razón, si se prohibieran las congregaciones, que constituyen el hogar de los curas y las monjas: lo dicen ellos y no vamos a llevarles la contraria. Yo tenía un pariente ecuestre y soltero cuya única familia eran los caballos y el Ejército, por ese orden. Fue feliz con unos y con otros y jamás tuvo roces con su capellán.La familia, como la Iglesia, es un ser vivo, en permanente evolución: intentar atraparla en unos esquemas fijos, sobre todo desde fuera de ella, que es lo que hacen los obispos, resulta inútil además de desfachatado. Si a ninguno de nosotros se nos ocurriría regular el comportamiento de una comunidad religiosa (donde se realizan prácticas tan extravagantes como la de azotarse las nalgas los viernes por la noche en lugar de ver películas porno), no entendemos por qué ellos se empeñan en decirnos cómo nos lo debemos montar con las cuñadas. Cada uno a lo suyo y Dios en lo de todos.

Lo único que de verdad nos parece censurable es que los hijos no abandonen el hogar, que es lo que, según diversos estudios sociológicos, sucede ahora en España. O bien, no les hemos enseñado a volar fuera del nido, o bien cuando se asoman no encuentran aire en el que apoyar las alas. Nosotros venimos de donde venimos y es tamos acostumbrados a mantenernos a flote en las condiciones más adversas. Pero a ellos les hemos dado estudios y saben que no se puede planear en el vacío. Así que lo del déficit, muy bien, pero sin aire no van a ningún sitio. ¿Por qué no se incluyen entre los criterios de convergencia condiciones atmosféricas?

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