Editorial:

¡Váyase, Sr. Mobutu!

SI MOBUTU Sese Seko, tras 31 años al frente de los des tinos de Zaire, ama a su país, lo mejor que podría hacer es ceder el poder y retirarse. Preferiblemente de manera ordenada. Pues su tiempo se ha acabado. La única duda es ya cuándo y cómo abandonará el poder este enfermo físico y político. Sus aliados internacionales le han abandonado. Terminada la guerra fría, ya no sirve de baluarte contra nada, salvo para preservarse a sí mismo y a su régimen cleptócrata. Estados Unidos ha soltado sus amarras con Mobutu. Bélgica considera que esta página ya se ha pasado en la historia de Zaire. E inclus...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

SI MOBUTU Sese Seko, tras 31 años al frente de los des tinos de Zaire, ama a su país, lo mejor que podría hacer es ceder el poder y retirarse. Preferiblemente de manera ordenada. Pues su tiempo se ha acabado. La única duda es ya cuándo y cómo abandonará el poder este enfermo físico y político. Sus aliados internacionales le han abandonado. Terminada la guerra fría, ya no sirve de baluarte contra nada, salvo para preservarse a sí mismo y a su régimen cleptócrata. Estados Unidos ha soltado sus amarras con Mobutu. Bélgica considera que esta página ya se ha pasado en la historia de Zaire. E incluso su último y mejor apoyo, Francia, ya le califica de "dictador agotado". Sin embargo, Mobutu se resiste, por un espejismo o una vanidad sin límites, y podría llevar al país a enfrentamientos peores; incluso a la ruptura de un Estado cuyas fronteras son importantes para la estabilidad de todo Centroáfrica.La mediación surafricana para encontrar una salida pactada a esta crisis no ha dado fruto. Kabila ha ofrecido una pausa o "ralentización de las operaciones militares" de tres días para "negociar la salida del poder" de Mobutu. El dictador debería aceptar esta propuesta, y la comunidad internacional, incitarle a ello.

El eventual triunfo de Kabila, que será una solución siempre que acabe desembocando en unas elecciones libres, no dejará de generar problemas. Pues Kabila no tiene en sus manos la posibilidad de generar un milagro económico; ni siquiera parece poder pagar a sus soldados. Deberá demostrar que Zaire es viable como Estado, que las tensiones étnicas serán controlables con diálogo y tolerancia. No sólo tiene que lidiar con sus propios compatriotas, sino que también en suelo zaireño parece encontrarse una nutrida presencia de soldados ruandeses y de las fuerzas de la UNITA angoleña. El ejemplo de Angola y su recién estrenado Gobierno de Unidad Nacional en el que ha decido participar UNITA puede ser un ejemplo a seguir en Zaire.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En