Sardá reescribe la actualidad en 'El mundo según el señor Casamajor'

Javier Sardá y el enigmático señor Casamajor han configurado la pareja mejor avenida de la radio. En la cadena SER comparten las tardes de La ventana, un programa donde prima "el espectáculo radiofónico". Ahora han dado el salto al terreno literario con El mundo según el señor Casamajor, una visión irónica de la actualidad a través de los ojos de ese octogenario cascarrabias nacido a la sombra de Sardá.

El libro fue presentado ayer por el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el humorista Antonio Fraguas Forges. Atrapado en la vorágine del aeropuerto de ...

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Javier Sardá y el enigmático señor Casamajor han configurado la pareja mejor avenida de la radio. En la cadena SER comparten las tardes de La ventana, un programa donde prima "el espectáculo radiofónico". Ahora han dado el salto al terreno literario con El mundo según el señor Casamajor, una visión irónica de la actualidad a través de los ojos de ese octogenario cascarrabias nacido a la sombra de Sardá.

El libro fue presentado ayer por el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el humorista Antonio Fraguas Forges. Atrapado en la vorágine del aeropuerto de Barajas, el señor Casamajor no llegó a tiempo al acto. Este fantasmagórico personaje, del que Forges asegura que "no sólo existe sino que tiene que existir", ha recreado la actualidad desde su particular perspectiva."El mundo según el señor Casamajor vislumbra un cierto absurdo. Está hecho de contradicciones como el mundo real, pero más divertidas, y reflexiones como las reales, pero menos duras", explica Sardá.

El texto esconde "un fondo ácido" que sus autores -Sardá cuenta con el apoyo de los guionistas de La ventana Miquel José y Jordi Roca- han revestido con una envoltura positiva. "A sus 84 años, Casamajor es escéptico. Por convicción, cree en el deporte de ser positivo", advierte Sardá.

En clave de humor, Casamajor reescribe la historia con titulares como éstos: "Encuentran un dossier secreto del Cesid dentro de una bolsa de patatas fritas", "Nerón no quemó Roma, fueron unas tostadas". "Las preocupaciones de Casamajor son las del hombre de la calle", un ejercicio que cultiva desde La ventana, programa premiado esta semana por la Asociación de Periodistas Extranjeros radicados en España. Según Sardá, "en la radio hay que hablar de lo que no es excluyente. Mi objetivo es imaginarme aquel a quien le importa un pito el invitado, pero no la situación, y hacer de la radio un espectáculo".

La Ventana se apoya en la creatividad, una fórmula que sólo se consigue "picando piedra". Frente a las críticas que le han empezado a llover desde otras ondas, afirma: "He tenido la suerte de que mis padres eran democrátas y yo también. Ser criticado por determinados medios de comunicación es una satisfacción íntima. Quiere decir que estoy arriba".

El detonante de esta ofensiva ha sido Moros y cristianos, programa que dirige y presenta los sábados por la noche en Tele 5. Un debate donde conviven gente tolerante, como José Luis Cuerda o Carlos Tena, con intransigentes como el padre Apeles. Admite Sardá que éste "habla de forma no habitual en televisión". "Rompe los convencionalismos y hay poca gente que se atreva a ello. Otra cosa es que lo que diga cerca o lejos de mí ideológicamente, que está muy lejos", aclara. "Alguna gracia tendrá esta química de elementos. Quien considere que se puede hacer un debate los sábados en horario estelar como La clave se equivoca".

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