Desconcertante IPC

El IPC de febrero ha superado todas las expectativas, forzando una revisión de los planteamientos inversores. La unanimidad de criterios` respecto a la repetición de tipos de interés por parte del Banco de España dio paso a una situación nueva y confusa. Mientras los departamentos de análisis debatían el asunto a toda, prisa, el mercado se encargaba de meter presión con una subida de hasta 4,45 puntos, coincidiendo con un recorte de 65 en Wall Street.En ese momento se llegó a hilar muy fino, centrando las apuestas del mercado sólo en el corta plazo y dejando el resto, donde la debilidad de la ...

El IPC de febrero ha superado todas las expectativas, forzando una revisión de los planteamientos inversores. La unanimidad de criterios` respecto a la repetición de tipos de interés por parte del Banco de España dio paso a una situación nueva y confusa. Mientras los departamentos de análisis debatían el asunto a toda, prisa, el mercado se encargaba de meter presión con una subida de hasta 4,45 puntos, coincidiendo con un recorte de 65 en Wall Street.En ese momento se llegó a hilar muy fino, centrando las apuestas del mercado sólo en el corta plazo y dejando el resto, donde la debilidad de la peseta es un handicap importante, al pairo, en función de cómo sople la convergencia.

Mientras las bolsas europeas se dejaban llevar por la caída de Wall Street (cerró con un descenso del 2,28%), aquí se apostaba por ese margen positivo que casi parecía un regalo del cielo. Y es que, incluso, se valoraba más que en EE UU el informe de la Reserva Federal (el banco central) sobre la economía regional, en el que se destaca la ausencia de presiones inflacionistas; es decir, casi se descarta una subida de tipos.

Al cierre de los mercados, y con Nueva York bajando ya 75 puntos, las posiciones sobre la decisión del Banco de, España estaban al 50%, al tenerse en cuenta la oportunidad del momento político para abaratar el dinero. Para entonces, el dólar cotizaba a 144,76 pesetas, una por encima del cambio del banco emisor.