Un barrio de Alcobendas tendrá parada de tren antes que vecinos
El futuro barrio de Valdelasfuentes tendrá antes parada de tren que vecinos. El Ayuntamiento de Alcobendas (83.000 habitantes) dará hoy un ultimátum al Gobierno regional en la reunión prevista con el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, por un retraso problemático. La construcción de 3.300 viviendas (2.600 de ellas sociales) que ambas administraciones acordaron hacer en 1995 mediante la creación de un consorcio urbanístico, denominado Valdelasfuentes, sigue empantanado. Según Antonio Pérez, edil de Ordenación del Territorio de Alcobendas, el nuevo ramal del tren de cercanías, que ...
El futuro barrio de Valdelasfuentes tendrá antes parada de tren que vecinos. El Ayuntamiento de Alcobendas (83.000 habitantes) dará hoy un ultimátum al Gobierno regional en la reunión prevista con el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, por un retraso problemático. La construcción de 3.300 viviendas (2.600 de ellas sociales) que ambas administraciones acordaron hacer en 1995 mediante la creación de un consorcio urbanístico, denominado Valdelasfuentes, sigue empantanado. Según Antonio Pérez, edil de Ordenación del Territorio de Alcobendas, el nuevo ramal del tren de cercanías, que pasará por el barrio fantasma de Valdelasfuentes en 1999, "parará en medio del campo como la Comunidad no expropie definitivamente los terrenos".Y es que, aunque se iniciaran este mes las obras de urbanización de la zona, Valdelasfuentes no estaría ocupado hasta el año 2000. El proyecto de construcción del nuevo barrio fue decisivo para que el Ministerio de Transportes (ahora Fomento) hiciera pasar el trazado del tren por esta zona, que ahora es un erial.
El 80% de los propietarios del suelo ha recurrido ante los tribunales el expediente de expropiación iniciado por el Consistorio. El Gobierno regional insiste en llegar a un acuerdo "con el máximo número posible de propietarios".
Fuentes de la Comunidad afirman que es preciso esperar más tiempo "para comprobar que los tribunales no dan la razón a los dueños del suelo en sus pretensiones económicas".