Dos veces nobles

Todos los días leemos en los diarios los avatares que la Guardia Civil tiene que afrontar no sólo fuera de sus filas, sino dentro de ellas. Pero la realidad también puede ser muy diferente. Soy un ciudadano que gracias a la actuación de la Guardia Civil, en concreto del aeropuerto de Granada, recuperé mi billetera con todo su contenido dejada por mi descuido abandonada en el techo del taxi,mientras el taxista escribía el recibo del viaje.El taxi inició su marcha sin. que yo me percatara de mi billetera hasta unos minutos después. Sin dinero, ni billete de avión, ni documentos y con la obligaci...

Todos los días leemos en los diarios los avatares que la Guardia Civil tiene que afrontar no sólo fuera de sus filas, sino dentro de ellas. Pero la realidad también puede ser muy diferente. Soy un ciudadano que gracias a la actuación de la Guardia Civil, en concreto del aeropuerto de Granada, recuperé mi billetera con todo su contenido dejada por mi descuido abandonada en el techo del taxi,mientras el taxista escribía el recibo del viaje.El taxi inició su marcha sin. que yo me percatara de mi billetera hasta unos minutos después. Sin dinero, ni billete de avión, ni documentos y con la obligación de viajar ese día de vuelta a Madrid, recurro a la Guardia Civil del aeropuerto, que en primer lugar intenta localizar al taxi con resultados negativos.

Pocos minutos antes de abordar el avión (después de que Iberia me expediera otro billete sin dinero y a pagar en Madrid) me llaman por los altavoces del aeropuerto y, ¡oh, sorpresa!, la Guardia Civil había encontrado mi billetera en la carretera, a unos kilómetros del aeropuerto.

Dejé una cantidad de dinero como agradecimiento. En la sala de embarque me esperaba el comandante con una nota escrita en la cual la cantidad donada era transferida como donación a los huérfanos de la Guardia Civil. ¡Se ennoblecen dos veces! Gracias, Guardia Civil-