Reportaje:

Jondos contra impuros

Pulso en Crisol entre el purista José Menese y los partidarios de la fusión musical

"Gustar a todo el mundo, eso no lo consigue ni el jamón, serrano", dijo el cantaor José Menese, citando al humorista Perich, en uno de los momentos de la tertulia que ayer se celebró sobre mestizaje musical en uno de los locales que la cadena de tiendas. Crisol tiene en Madrid. El arduo debate daba para mucho, pero la cita del cantaor expresaba a las claras lo que los ponentes transmitieron a lo largo del mismo.Al lado de Menese, que desde una visión excesivamente purista acaparó la atención de casi toda la tertulia, estaba el musicólogo especialista en música celta José Ángel Hevia, la cantan...

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"Gustar a todo el mundo, eso no lo consigue ni el jamón, serrano", dijo el cantaor José Menese, citando al humorista Perich, en uno de los momentos de la tertulia que ayer se celebró sobre mestizaje musical en uno de los locales que la cadena de tiendas. Crisol tiene en Madrid. El arduo debate daba para mucho, pero la cita del cantaor expresaba a las claras lo que los ponentes transmitieron a lo largo del mismo.Al lado de Menese, que desde una visión excesivamente purista acaparó la atención de casi toda la tertulia, estaba el musicólogo especialista en música celta José Ángel Hevia, la cantante de Amistades Peligrosas Cristina del Valle, el guitarrista español de blues Javier Vargas y José Manuel Bravo, de la editorial Nuesa, vinculada a la cadena SER.

El mestizaje musical era el punto de partida de la reunión, pero ninguno de los contertulios acertó a definirlo y sus, intervenciones discurrieron por sus particulares visiones de cómo está el mercado, en el sentido más económico del término.

José Menese, al que no le gusta el término flamenco y prefiere el de "cultura de lo jondo", llegó incluso a arrancarse en un par de canciones por seguiriyas para mostrar su disconformidad por la defensa a ultranza que el resto de la mesa hacía de la bondad de la mezcla de culturas, hasta tal punto que en una de las ocasiones abandonó la mesa para volver pasado su enfado. Bravo señaló que la música española, la que mezcla flamenco con rock o son con rumba, lo que él llamó la cultura del Sur, "nunca había estado tan bien considerada en el extranjero como ahora que cineastas como Tarantino o De Niro quieren meter a Tomatito o Camarón en las bandas sonoras de sus películas".

Vargas apuntó que no hay que tener complejos ante nadie y respondió que "no tienen que venir los americanos" a decir lo que es bueno. "Yo ya lo sé hace muchos años", dijo el guitarrista. Cristina defendió el trabajo de los grupos pequeños que investigan en las músicas de raíz y se quejó de la falta de protección de los músicos, que, "por no tener, no tienen ni sindicato".

Hevia, por su parte, defendió el mestizaje y aseguró que había existido históricamente en todas las músicas, pero que éste debía respetar la pureza: "Si se carga lo auténtico, yo tampoco estoy de acuerdo con el mestizaje". El público, escaso ("debe ser por el partido", según justificaron los organizadores), intervino poco, salvo el investigador Alfonso Eduardo, que quiso defender la beligerancia que había mostrado Menese alabando el mestizaje, "menos en el caso del flamenco puro, que ha de estar sometido a unas reglas con cretas".

El resumen a tanta controversia lo cerró Vargas con una aseveración: "La música es buena si sale del corazón. Creo en la fusión, porque los seres humanos tenemos mucho que compartir".

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