Una joven harta de violencia

Soy una joven de 17 años harta de la violencia de ETA. Ésta ha hecho una vez más gala de su crueldad con dos atentados sucesivos en un mismo día. Han muerto dos hombres, padres de familia, que no disfrutarán de las simples cosas de cada día porque les han quitado el don más preciado que poseemos: la vida.Granada y Madrid se han convertido, una vez más, en dos lugares de muerte, y terror. ¿Por qué ese derroche inútil de vidas? No lo entiendo. No es justo.La gente joven estamos hartos de la violencia, queremos que se acabe el terrorismo, de seamos un futuro pacífico con una convivencia en paz y ...

Soy una joven de 17 años harta de la violencia de ETA. Ésta ha hecho una vez más gala de su crueldad con dos atentados sucesivos en un mismo día. Han muerto dos hombres, padres de familia, que no disfrutarán de las simples cosas de cada día porque les han quitado el don más preciado que poseemos: la vida.Granada y Madrid se han convertido, una vez más, en dos lugares de muerte, y terror. ¿Por qué ese derroche inútil de vidas? No lo entiendo. No es justo.La gente joven estamos hartos de la violencia, queremos que se acabe el terrorismo, de seamos un futuro pacífico con una convivencia en paz y una sociedad sin atentados y en la que cada persona pueda expresar libremente sus opiniones. ¿Qué futuro nos van a dejar: un futuro de terror y dolor o un fu turo de paz y sin terroristas? Creo que todos preferimos la segunda opción. Estoy harta de ETA, unos locos que hablan en nombre del pueblo vasco pero demuestran cada día con sus actos violentos que no quieren en absoluto a su país. ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar estos asesinatos injustifícados? Yo les pediría que, por favor, abandonaran las armas y defendieran sus opiniones -tan legítimas como las de cualquiera- por otras vías. La sangre derramada no aporta soluciones y lo único que consigue es el odio de la gente hacia un pueblo (el vasco) que -no tiene la culpa de las matanzas que lleva a cabo ETA cada día.

Me gustaría decir más cosas, pero lo que siento no se puede expresar con palabras y tan sólo alcanzo a exclamar, esperando que a mi grito se una el de todas las personas hartas de estos asesinos y opresores, esto: ¡Basta ya!-