Cartas al director

Grandola en el hiper

Me encontraba con mi familia realizando la compra semanal en el gran hipermercado y estaba tranquilo, no había mucha gente y mi mujer parecía que no iba a tardar mucho tiempo.De repente la oí, ¡no puede ser!, ¡no, no!, ¡es imposible!, ¿será que hoy es el día de los Inocentes? ¡No! La guardo reverencia y, a pesar del sitio, la he escuchado con respeto, con cariño, pero ha sido horroroso para un viejo rojo sentimental escuchar esta canción, Grandola Vila Morena, en la música ambiental de un hiper. ¿Cómo puede ser posible que una vieja canción que dio paso a la ¡liberación! de un p...

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Me encontraba con mi familia realizando la compra semanal en el gran hipermercado y estaba tranquilo, no había mucha gente y mi mujer parecía que no iba a tardar mucho tiempo.De repente la oí, ¡no puede ser!, ¡no, no!, ¡es imposible!, ¿será que hoy es el día de los Inocentes? ¡No! La guardo reverencia y, a pesar del sitio, la he escuchado con respeto, con cariño, pero ha sido horroroso para un viejo rojo sentimental escuchar esta canción, Grandola Vila Morena, en la música ambiental de un hiper. ¿Cómo puede ser posible que una vieja canción que dio paso a la ¡liberación! de un país se oiga rodeado de potitos, lechugas, compresas y pollos, por ejemplo. Qué razón tenía el viejo fascista cuando decía que todo lo tenía atado, creían los intelectualoides que se refería a las instituciones y él lo hacía pensando en las mentes, ¡qué horror!

A mi hijo se ha extrañado al ver qué serio y triste se ponía su padre. Él tiene dos añitos y no puede comprender que haya gente que aún sueñe y que ame la libertad.-

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