Entrevista:

"Madrid debe ser la capital del mundo afroiberoamericano"

, Leandro Mbomio es un hombre de color, bantú de etnia fang. Su mirada es directa y su voz suave; gusta de conversar templadamente mientras despliega con humildad su sabiduría. Nació el día de Reyes de 1938 en el pueblecito de Mbe-Nsomo en el corazón continental de la entonces colonia española de Guinea Ecuatorial.Desde pequeño, Leandro Mbomio entró en sintonía con la naturaleza y la ensambló con una vocación artística muy profunda. Comenzó a modelar en terracota y cerámica, con obras que causaban admiración entre sus compatriotas. Consiguió una beca de estudios para formarse como artista plás...

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, Leandro Mbomio es un hombre de color, bantú de etnia fang. Su mirada es directa y su voz suave; gusta de conversar templadamente mientras despliega con humildad su sabiduría. Nació el día de Reyes de 1938 en el pueblecito de Mbe-Nsomo en el corazón continental de la entonces colonia española de Guinea Ecuatorial.Desde pequeño, Leandro Mbomio entró en sintonía con la naturaleza y la ensambló con una vocación artística muy profunda. Comenzó a modelar en terracota y cerámica, con obras que causaban admiración entre sus compatriotas. Consiguió una beca de estudios para formarse como artista plástico en España. Estudió cerámica en San Jorge y Bellas Artes en la de San Fernando. Aprendió las técnicas avanzadas de la fundición. Amplió estudios en Alemania en 1965. Regresó a España y en Madrid permaneció 25 años. Las circunstancias políticas en su país le impidieron el regreso. Comenzó a exponer, éxito tras éxito, en distintos países europeos. Con la caída del dictador Francisco Macías, fue llamado a su país por el presidente Obiang Nguema, que le hizo ministro de Educación, de Cultura y de Información en distintas etapas entre 1981 y 1991. La política no le ha impedido seguir trabajando en su arte, una armoniosa fusión del espíritu africano y las técnicas europeas más refinadas, en tierra cocida, madera y bronce. Hoy es considerado uno de los artistas universales de África. Así lo ha reconocido el condado de Dade, en Florida, el pasado fin de semana, en una emotiva ceremonia. Acaba de pasar por Madrid.

Pregunta. Aquí vivió mucho tiempo. ¿Dónde?

Respuesta. Cerca de Sol, en Esparteros, y también en Capitán Haya.

P. ¿Hemos empeorado, seguimos igual o mejoramos?

R. Lo encuentro todo muy cambiado, desde que me fui en 1979. La ciudad se ha desplegado mucho. Está hermosa.

P. ¿Y la gente?

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R. Creo que antes había una comunicación más intensa y amistosa, pese a que las condiciones de vida eran peores sin democracia.

P. ¿Qué recuerda con más satisfacción?

R. La tranquilidad en los paseos y el trato amable, sin agresividad alguna.

P. ¿Le gustaría tener una escultura suya en algún enclave de Madrid?

R. Sí, claro, en la Ciudad Universitaria, donde la tierra y el cosmos, la naturaleza y el pensamiento, entran en contacto, como en mi arte.

P. Formule un deseo sobre Madrid.

R. ¡Ojalá Madrid se convierta en la capital de la comunidad afroiberoamericana de naciones!

P. ¿Quién lo impide?

R. Los que quieren que Guinea sea como Filipinas, cuyos vínculos históricos con España ya se han perdido.

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